Quinto partido consecutivo sin puntuar para el Blusens Networks Universidade de Vigo, que acumuló sus once puntos en las tres primeras jornadas y está empatado con los dos últimos. La escuadra viguesa peleó ayer por la victoria y se quedó incluso sin el bonus defensivo en el último suspiro. Fue, sin embargo, un buen día para los de Norm Maxwell, que recuperan la competitividad y el espíritu. El XV del Olivo plantó cara al Aparejadores, equipo que pelea con el Zarautz por la primera plaza.

La escuadra viguesa controló el partido en la primera parte y el marcador hasta el minuto 54. Y dispuso de varias ocasiones para volver a ponerse por delante tras el 20-22. Apostó por el atrevimiento, se jugó a la mano un golpe de castigo bajo palos y lo desaprovechó. El árbitro tampoco concedió como ensayos dos empujes de la delantera, con el oval entre la maraña de cuerpos. Y una pérdida de balón frustró la avalancha de los tres cuartos cuando, a tres metros de la línea, ya se cantaba el triunfo. El Aparejadores, asfixiado, supo aguantar y contragolpeó para sentenciar el choque y dejar al Blusens sin premio. Ahora los vigueses tendrán que visitar al otro coco del grupo, el Zarautz, pero con la confianza de haber reencontrado su mejor juego.