El Atlético de Madrid solucionó un triunfo más desde el remate del francés Antoine Griezmann, goleador de nuevo decisivo, en sólo tres minutos contra el Espanyol, suficiente para definir una victoria práctica del equipo rojiblanco, indudable desde entonces y ensombrecida por la lesión del portugués Tiago Mendes.

Ya encadena diez partidos oficiales seguidos sin perder el Atlético, que ayer sábado se enfrentó al Espanyol sin el clásico '9'. Lesionado el colombiano Jackson Martínez, el argentino Diego Simeone eligió a su compatriota Luciano Vietto -Fernando Torres fue suplente- junto a Griezmann para un ataque de pocos centímetros, mucho talento, movilidad y gol, el que tiene y maneja de forma imparable el internacional galo, ya por la decena de tantos.

No rota él ni tampoco sus goles. En tres minutos, cuando su rival apenas había cruzado la mitad de campo con la pelota controlada, ya había batido una vez más la portería contraria. Su remate raso con la izquierda, por delante de su marcador, tras maniobra y asistencia de Óliver Torres, fue inalcanzable para la estirada de Pau López.

El gol condicionó el diseño del partido. Para el Atlético, porque se vio tan pronto por delante en el marcador que apareció alguna dosis de relajación, siempre con el duelo bajo un control más que aparente durante los 90 minutos. Para el Espanyol, porque nunca reaccionó al golpe. Ni en el primer tiempo ni en el segundo.

Tiago Mendes, por su parte, sufre una "fractura no desplazada en el tercio medio de la tibia derecha", según determinaron las pruebas a las que fue sometido en una clínica, tras lesionarse en el minuto 27. El futbolista fue atendido sobre el césped y retirado en camillatras sufrir un golpe en la tibia con la espalda de Marco Asensio.