Otro enfrentamiento de rivalidad regional y otra derrota para los vigueses. En el choque de ayer, a medida que sumaban puntos en contra, los vigueses se venían abajo anímicamente, algo sobre lo que habrá que trabajar esta semana para recuperar a jugadores.

El primer set tuvo un resultado malo para los vigueses, que entraron muy fríos al encuentro. Después del empate inicial los locales se marcharon en el marcador por tres puntos. Esta diferencia les permitió jugar relajados para terminar el set con esa diferencia de 8 puntos.

El segundo ya comenzó de manera totalmente distinta. Los vigueses, más metidos en el partido, comenzaron mandando en el marcador. Se marcharon de tres puntos en el inicio (4-7). Los locales, sin embargo, consiguieron empatar rápidamente e incluso ponerse por delante (9-8). Los vigueses no eran capaces de frenar con su recepción el gran saque local. Con todo los vigueses estaban un poco más entonados lo que les permitió tomar la delantera y ponerse dos puntos por delante 16-18.

Nuevamente empatados y a comenzar de nuevo. Los empates se sucedían en el marcador. Los locales, merced a dos errores visitantes, se pusieron por delante dos puntos (10-8). A partir de ahí los vigueses se vinieron abajo y los locales se fueron cuatro puntos en el marcador. La reacción viguesa llegó demasiado tarde ya que recortaron hasta el 23-22 pero la fortuna quiso que un balón de ataque vigués se fuese fuera por muy poco.

En el cuarto set, el definitivo, se vio a unos vigueses entregados desde el comienzo y al conjunto local como si en el resultado de este encuentro les fuese la vida. Después del empate inicial rápidamente los locales se fueron en el marcador de hasta 5 puntos (11-6) lo que les daba margen para jugar con mucha tranquilidad y sin ninguna presión.