El Barcelona recibe a la Real Sociedad en el Camp Nou, donde dos viejos amigos se medirán desde el banquillo (Luis Enrique y Eusebio Sacristán) para poner sobre el terreno dos ideas afines de jugar al fútbol, aunque el equipo catalán lo hará desde el liderato y el conjunto vasco en huida desde las posiciones bajas.

El Barça llega al encuentro tras golear al Madrid (0-4) y al Roma (6-1), hacerse fuerte en el liderato y afrontar ya el último mes de diciembre con el objetivo de aferrarse a la primera posición, liquidar el último partido, irrelevante ya para los azulgrana, de la Liga de Campeones y mirar hacia el Mundial de Clubes, todo ello con las pilas cargadas por la recuperación de jugadores como Rakitic, Iniesta y Messi. Recibe a una Real que lleva veinte años sin sacar nada bueno del Camp Nou, donde empató 1-1 en la temporada 1994-95.

La visita de la Real y de un viejo conocido en Can Barça como es el técnico Eusebio Sacristán (exjugador, exayudante del primer equipo y extécnico del equipo filial) genera un esperado recelo por dos motivos: por haber recuperado el ánimo de la Real con la último victoria ante el Sevilla (2-0), tras implantar importantes modificaciones en el once, y por tratarse de un preparador que conoce al dedillo lo que se cuece en el vestuario azulgrana.

Los problemas físicos que ha arrastrado Sergi Roberto le relegan este fin de semana a un descanso, mientras que Luis Enrique puede recuperar a Andrés Iniesta, que no jugó contra el Roma, y a Javier Mascherano, también ausente el miércoles, tras haberse lesionado en Madrid.

Será duda Sergio Busquets, que ya fue sustituido por Samper contra el Roma y uno de los jugadores que más minutos carga en esta temporada.

Mientras, delante, el trío ofensivo (Messi, Suárez y Neymar) volverá a ser la clara apuesta de un Barça que vive del gol de este pequeño grupo de atacantes, que acumula un acierto ante la meta rival que no tiene parangón.

Enfrente, la Real Sociedad, con mucha moral tras su triunfo ante el Sevilla, buscará al menos no caer derrotada en el Camp Nou, su estadio más adverso de toda la Primera División, en un partido que se pierde a Illarramendi por sanción.