La española Garbiñe Muguruza ha ingresado en la Real Orden del Mérito Deportivo, en su categoría de medalla de bronce, que el Gobierno de España, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), le entregó ayer en un acto celebrado en Madrid. El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, presidió el "acto sencillo, pero no por ello menos solemne", con el que el Gobierno español brindó "un reconocimiento institucional" a Garbiñe Muguruza por su "trayectoria en el mundo del tenis".

Tras completar con su participación en el Masters de Singapur la mejor campaña de su vida, la jugadora de origen venezolano, de 22 años, se mostró dispuesta a confirmar el próximo año las expectativas generadas en 2015. Para ello se exige tener "tranquilidad" dentro de sí misma, ya que augura "un año complicado". "Antes era Garbiñe la que podía ganar y ahora es Garbiñe la que debe ganar. Hasta ahora no me había encontrado una situación de tanta expectativa y tanta presión. Es algo que tengo que asimilar. Eso no puedes aprenderlo fuera de la pista", analizó.

Garbiñe Muguruza sabe que, en "situaciones de tanta intensidad, estar calmado por dentro es muy complicado". "Lo que importa es lo que trasmita a las demás, aunque por dentro sea fuego", agregó.

Tras un año "muy duro y con muchas emociones, sobre todo en el último mes", la tenista hispano-venezolana se reencontró ayer con el técnico francés Sam Sumyk. Juntos iniciarán en Barcelona la preparación de la próxima temporada, que completarán en Los Ángeles a partir de la segunda quincena de diciembre. En enero debutará en Brisbane.

Sin un "secreto ni un milagro" que explique su evolución dentro del circuito de la WTA, la tercera mejor raqueta femenina reivindicó el "trabajo duro" y su capacidad para "jugar bien cuando tienes que jugar bien, que es en los momentos importantes".