Antes de saltar al campo de entrenamiento, Eduardo Berizzo reunió ayer a la plantilla durante media hora en el vestuario para analizar los errores cometidos durante el último clásico gallego en Riazor. La reunión, habitual tras cada partido, se celebró en medio de un clima de tranquilidad, según explicó luego Carles Planas, y en ella se llegó a la conclusión de que los problemas que tuvo el equipo para competir en el derbi se debieron esencialmente a un problema puntual, que la plantilla espera subsanar de inmediato.