El Compostela convirtió el estreno del entrenador interino, Alberto Mariano, en su tercera victoria en la temporada. Se llevó el encuentro por 2-1 y sumó tres puntos importantes en su lucha por conseguir eludir los puestos de descenso directo.

Ante la importancia del partido, el equipo santiagués salió con la firme convicción de que podía ganarlo, y así fue. Las ocasiones más claras de gol en la mitad inicial cayeron del lado local. De hecho, pronto se adelantaría en el marcador. La inspirada primera parte de Dani Hernández encontraría premio ya en el minuto doce. Recogió un balón en la frontal, alzó la cabeza, y la plantó en la portería de Iván Villar sin que el portero del filial celeste pudiese hacer nada por detener el esférico.

El nuevo equipo de Alberto Mariano dominó sin problemas, controló el balón y apenas concedió ocasiones de gol al filial vigués. De hecho, poco balón tocaron Pape, Borja Iglesias, Fragapane y Luis Rioja en el primer tiempo, a excepción de los últimos minutos de este periodo.

El paso por los vestuarios supuso un ligero alivio para los vigueses, periodo en el que intentaron poner orden a su juego con la intención de sacar algo positivo de su visita a San Lázaro.

La segunda parte empezó animada. El Celta B dio un paso al frente e intentó empatar el partido, mientras que el Compostela aceptó el pulso y buscó aumentar su renta, pero el premio del gol se lo llevó el equipo visitante.

Un desajuste defensivo de la Esedé propició que Pape marcase a placer después de dos muy buenas paradas de Pato. Corría el minuto 51 y el filial celeste, sin crear demasiado peligro, conseguía el empate.

Sin embargo, el fútbol sería justo con el Compostela, que se adelantaría de nuevo en el marcador solo cuatro minutos más tarde. Jimmy profundizó por banda izquierda, entró en el área, y De Amo lo derribó sin contemplaciones. Fernández Pérez decretó penalti y lo transformó, de forma sutil, Orbegozo.

El "nuevo" Compostela ofrecía una imagen de trabajo y sacrificio, y buscó el tercer tanto. A punto estuvo de lograrlo Rubén Sánchez en una buena jugada por banda derecha, pero su chut lo sacó Iván Villar.

Los pupilos de Javier Torres Gómez no se dieron por vencidos e intentaron empatar el partido, pero Sergio Sánchez y Catú estuvieron muy seguros en defensa. Así, el Compostela sigue penúltimo, pero la permanencia se sitúa a cuatro puntos de distancia. El que dio un paso atrás fue el Celta B, que ser mete en los puestos peligrosos de la tabla.