El Celta se rehizo ayer en Badajoz tras la derrota de la semana pasada en el pabellón de Navia, logrando la victoria ante un rival directo en la lucha por la permanencia. Además, las viguesas lo hicieron de forma contundente, aunque en algún momento pasaran por ciertos apuros.

Las viguesas sabían que el encuentro de ayer era importante, ya que la derrota ante otro rival directo podría complicarle el futuro. También es cierto que el no jugar en Navia le quitó a las jugadoras viguesas presión, lo que les sirvió para lograr buenos porcentajes de tiro y superar al rival en el capítulo reboteador, ya que el cuadro pacense atrapó treinta y tres rebotes, y las viguesas cuatro más, situación nada habitual en el campeonato.

En los primeros minutos la igualdad fue la tónica general del encuentro. El equipo entrenado por Cristina Cantero sabía que la victoria partía desde la defensa, y por eso ajustó las marcas consiguiendo que el cuadro pacense tuviera muchos problemas para la circulación de balón y para anotar. De hecho, en los primeros diez minutos de juego, el Badajoz solamente logró anotar once puntos, lo que demuestra, en cierto modo, el buen hacer de la defensa.

Dentro de este trabajo defensivo, destaca la solidaridad de las jugadoras viguesas, que todas ayudaron en la faceta defensiva, lo que se confirmar con el reparto de los rebotes, en donde Laura Alonso y Ángela Coello atraparon el cuarenta y cinco por cierto de los rebotes, repartiéndose el resto entre el resto de jugadoras, participando toda la plantilla en este trabajo.

En el segundo cuarto continuó el dominio del cuadro vigués, que mantenía el mismo ritmo. Cristina Salinas hacía uno de los mejores partidos de la temporada. De hecho fue la jugadora más valorada del encuentro con veinte puntos, mientras que la otra Cristina, Loureiro, volvía a encontrarse cómodo en el lanzamiento a canasta volviendo al final del encuentro a superar los veinte puntos de anotación.

Al descanso el Celta dominaba por once puntos de ventaja, 20-31, lo que invitaba al optimismo de cara a la segunda parte del encuentro.

Sin embargo el cuadro vigués tiene en todos los partidos un bache, y este le tocó al equipo céltico al comienzo del tercer cuarto, en el que las pacenses consiguieron acercarse en el marcador, posiblemente por la relajación del equipo al verse con una buena ventaja en el marcador.

Superado el bache. el Celta volvió a tomar las riendas del encuentro y logró una cómoda ventaja que supo mantener hasta el final del partido. El próximo sábado el equipo volverá a jugar fuera, esta vez en Canarias.