Tiempos duros para el Academia Octavio, antepenúltimo en División de Honor B, en puesto de descenso, y cuya reacción aún puede verse retrasada por un calendario complicado. El cuadro vigués recibe mañana (12.00) al Bidasoa. Los irundarras llegan a Vigo con ocho victorias y una sola derrota. El Octavio se confía a la magia de As Travesas para incrementar los cuatro puntos que posee.

Su cancha tradicional le protege, incluso contra la lógica. En Navia debería sentirse más arropado. Allí es mayor el ruido de los aficionados de la época. Y es cierto que en Navia se lograron triunfos históricos, como aquel ante el Huesca del último ascenso. O contra pronóstico en el derbi con el Teucro la pasada temporada. Pero lo cierto es que As Travesas tiene mejor balance. En Navia se ganaron a la postre solo dos de nueve partidos en la anterior Liga. Y en este ejercicio todo han sido derrotas. Los dos únicos triunfos se han producido en el Central.

La mudanza, sin embargo, no fue por voluntad propia o análisis estadístico. Daniel Portela y Martín Rodríguez pitaron el Octavio-Alarcos de la segunda jornada. Escribieron en el acta que las líneas no se distinguían bien. Competición abrió un expediente. El Octavio no lo entendió. Jamás habían tenido quejas. Navia es de los pabellones más modernos de la categoría. No discutieron. Aún jugarían allí ante el Zamora por falta de tiempo para maniobrar. Después se trasladaron al Central.

Portela y Rodríguez serán precisamente los árbitros de mañana ante el Bidasoa. Designación que no ha agradado a la directiva, insatisfecha con actuaciones anteriores de la pareja buenense.