Zlatan Ibrahimovic clasificó a Suecia para la Eurocopa de Francia con una sobresaliente actuación en el Parken de Copenhague y firmó los dos goles del empate de su equipo, enterrando su mal fario con Dinamarca. Ibra no le había hecho un gol al país vecino en media docena de enfrentamientos, hasta que el sábado rompió la racha de penalti. Y ayer acalló las críticas con otros dos que certificaron el pase de una Suecia superior en el global de la eliminatoria.

Morten Olsen, que en esta fase de clasificación no ha repetido once, hizo cuatro cambios con respecto a la ida, mandando a Kahlenberg y a Fischer, titulares hace tres días, a la tribuna. Optó por un centro del campo inédito buscando más quite y físico y apostó por Yussuf Poulsen y Jørgensen en los extremos.

Dinamarca salió mejor y arrinconó a Suecia. Tuvo dos ocasiones para marcar: un tiro de Poulsen y una falta de Eriksen que Granqvist mandó al larguero y cuyo rechace se paseó por el área pequeña sueca. Suecia, que tuvo que recomponer la defensa por las lesiones, apenas se había acercado al área rival hasta entonces.Pero aprovechó un saque de esquina para hacer el 0-1. Kjær se durmió en la marca y dejó recibir solo en el punto de penalti a Ibra, que en semifallo envió una pelota mordida junto al palo. El capitán sueco pudo sentenciar poco después en un mano a mano, pero Schmeichel le tapó bien el ángulo.

Los daneses se vinieron abajo y empezaron a cometer error tras error entre los pitos del público y el júbilo de la hinchada rival.

El ritmo cayó e Ibrahimovic, que jugaba casi caminando, ejercía de distribuidor, hilvanando el juego, y de asistente. Un centro suyo estuvo a punto de acabar en autogol de Agger, apurado por Berg.

Olsen lo intentó poniendo a Krohn Dehli, que salía de una lesión, de organizador. Y Dinamarca ganó en el juego combinativo. Pero seguía sin crearle peligro a una Suecia bien parada y cómoda por la insistencia rival en meter centros, donde imponía su físico.

Rasmussen, un tanque sin muchos recursos, sustituyó a un inoperante Bendtner, pero sin mejorarlo demasiado. Tampoco tuvo suerte Dinamarca. De nuevo en un barullo a balón parado, pudo marcar, pero el disparo de Eriksen rebotó en un defensa e Isaksson logró enviar la pelota a córner como pudo.

Las esperanzas danesas murieron a falta de un cuarto de hora, con un golazo de falta de Ibrahimovic desde fuera del área. Dinamarca buscó la heroica con hasta cuatro delanteros, pero los goles de Poulsen y Vestergaard fueron una anécdota que sirvió para maquillar el resultado y salvar un empate con sabor a derrota, la culminación lógica de una fase de clasificación muy mala.