El Mundial de Fórmula 1 echará el cierre dentro de dos semanas en Abu Dabi pendiente de algunas pedreas. Los premios gordos están todos repartidos, aunque en este caso cayeron todos en los garajes de Mercedes. Con el título de pilotos decidido hace un mes a favor de Lewis Hamilton y el de marcas en manos igualmente de las flechas de plata, Nico Rosberg conseguía ayer el doblete global para Mercedes al asegurarse el subcampeonato por detrás de su compañero de equipo y por delante de Vettel.

Hamilton ha bajado la intensidad y el gran beneficiado de ello ha sido Rosberg; quien ayer, saliendo desde la pole, lograba la decimotercera victoria de su carrera, quinta de la temporada y segunda consecutiva. Y rubricada de principio a fin, cediendo únicamente el liderato provisional a Hamilton en los pasos por los garajes para cambiar los neumáticos. Sin sufrir, sin forzar, porque tampoco Hamilton quiere batallas innecesarias.

Fernando Alonso y Jenson Button al menos lograron finalizar. "Otro abandono habría sido doloroso para el equipo", señalaba el piloto asturiano, que llegó a rodar sexto en el primer paso por los garajes para cambiar neumáticos aunque nunca tuvo opciones de pelear por entrar en los puntos. Finalizó decimosexto después de haber iniciado la prueba al fondo de la parrilla tras el fiasco de la clasificación del sábado, cuando no pudo completar una sola vuelta cronometrada.

Peor aún le fueron las cosas al madrileño Carlos Sainz. Problemas mecánicos le llevaron a iniciar la carrera desde la calle de los garajes y cuando se puso en marcha sólo pudo tomar cuatro curvas. Es su séptimo abandono del año y ya sabe que terminará la temporada muy lejos de su compañero Verstappen; el único que logró romper ayer la monotonía de la carrera con un arriesgado adelantamiento sobre Grosjean que al final no tuvo premio.