"Le costó tomar la decisión. Después de mucho sopesarlo, aceptó la propuesta del Celta, pero puso una condición, seguir jugando al tenis", cuenta Antonio Calviño sobre su hijo, el flamante fichaje de esta temporada del equipo infantil A del equipo celeste.

Hacía ya varios años que el Celta seguía sus pasos. Durante cinco años destacó en las filas del Areosa por sus cualidades y buen hacer con el balón, pero también porque es un caso único y peculiar, pues posee el mismo talento con la raqueta. Hasta ahora compaginaba las dos actividades, a un gran alto nivel, sin contratiempos. Su llegada al Celta, pese al aumento de exigencia, le permite mantener la dualidad.

"Él ahora mismo es feliz. Así lo dice", indica su padre. "Y nosotros estamos encantados porque es un niño responsable que se organiza perfectamente para poder realizar sus entrenamientos de fútbol y tenis, y para llevar sus estudios sin problemas", prosigue.

Desde el Celta todo han sido facilidades para que su delantero, que está siendo hasta ahora "el máximo goleador del equipo", según apunta su padre, pueda mantener su proyección con la raqueta, donde Fernando Rey sigue guiando sus pasos. "Álex Otero se ha portado muy bien con él y le han dado facilidades. Le costó tomar la decisión porque llevaba cinco años en el Areosa, y llegaba al Celta a un equipo ya formado, donde él era la única nueva incorporación, pero ha sido muy bien recibido y se ha adaptado fenomenal", dice su padre.

Tras su fichaje, 'Yayo' dio prioridad a realizar la pretemporada con el Celta ya que quería que su adaptación fuera por buen camino. Poco a poco ya ha ido incorporando a su apretada agenda los entrenamientos de tenis. "Fernando Rey sabe llevarlo muy bien y ha sido muy comprensivo", dice Calviño. Tanto que no ha visto inconveniente en que el jugador cambie su programación de entrenamientos. "Ahora entrena tres días a la semana al fútbol y solo dos al tenis, antes era al revés", apunta.

Pero Fernando Rey no cree que eso suponga un problema en su formación como tenista a esta edad. "Yo soy un entusiasta de la formación integral y soy partidario de que los niños compartan varias aficiones y, si como en este caso, lo hace tan bien, pues estupendo", comenta el entrenador.

Para Fernando Rey, 'Yayo' posee cualidades innatas para la raqueta y señala que es un gran candidato a luchar por el campeonato de España de su categoría en verano. "He visto jugadores como Nadal, Ferrero, Moyá a su edad, y este chaval tiene mucho potencial. Luego claro, influyen muchos factores para que llegue en un futuro a ser un jugador de élite", subraya.

Rey reconoce que aún no ha ido a verlo jugar al fútbol. "Tengo ganas de ir a verlo un día", reconoce. "Estoy encantado y nada preocupado porque es un niño muy responsable, muy maduro para su edad", explica Rey.

Por ahora, pese al aumento de exigencia con su fichaje por el Celta, el joven aún no se ha visto obligado a tomar la decisión de guiar su camino por una de sus dos pasiones. "Es mejor que esa decisión la tome él de forma natural. Por ahora no sabe qué prefiere. Dentro de un año, de dos, de un mes, igual decide que se decanta por uno de los dos, por ahora no. Quiere hacer las dos cosas, y nosotros le apoyamos", dice su padre.

También Fernando Rey cree que es una decisión que debe tomar el propio futbolista. "Es él el que debe decidir su camino. Yo creo que tiene talento con la raqueta, siempre que las lesiones le respeten, pero no deben ser los entornos de un deportista (sus entrenadores o sus padres) los que decidan por él. Es su vida, su decisión". Siente una gran responsabilidad ahora que está en el Celta, pero también sabe que puede estar luchando en igualdad de condiciones tras la red pese a medirse a tenistas que entrenan cuatro veces más que él. Y aún así su futuro es prometedor en ambas disciplinas. Solo el tiempo dirá si se decantará por el balón o por la raqueta. Por ahora disfruta y es feliz con los dos.