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baloncesto - Liga Femenina 2

El gran día de la tiradora

Loureiro, con 22 puntos, batió en Oviedo su récord anotador con el Celta sénior

Loureiro, en el partido contra el Aros León. // José Lores

Los tiradores, raza especial, delicada, como de animal en extinción. Los entrenadores construyen sistemas para que el balón les llegue en su zona de confort, con tiempo y espacio para armar el brazo. Aún dependerán después de mil variables internas y externas, la fe o la humedad relativa del aire. En ocasiones ni siquiera se sabe. Cristina Loureiro anotó 22 puntos en la victoria del Celta en Oviedo (64-70), primera de la temporada. Su récord en setenta partidos con el equipo sénior. 'Lou', que había tenido un 29,4% en tiros de dos en los cinco primeros partidos, anotó 7/12 (58%); en triples, pasó del 20% al 50% (2/4). Existen razones ténicas que explican la mejoría. Y también ese tramo que solo atiende a lo cabalístico. "Y que siga la racha", desea la joven.

A Loureiro le comentaron después del partido que había roto sus registros personales. "No tenía ni idea. Pero es cierto que jamás había tenido la sensación de anotar tanto". Explota en el momento adecuado. "Llevaba algunos partidos sin sentirme cómoda. Necesitaba recuperar las buenas sensaciones", acepta y su entrenadora, Cristina Cantero, lo confirma: "No estaba bien de ánimos. Lou necesita su espacio. Es una jugadora con unas características muy determinadas. El equipo tiene que saber encontrarla y ella tiene que saber encontrar su oportunidad".

Cantero la conoce bien, "a la perfección". Loureiro nació en Ourense. Se formó en el Carmelitas. A Vigo se mudó en 2008, con 14 años. El Celta la captó para su equipo cadete, que dirigía Cantero. Entre ellas la relación trasciende lo deportivo. Son familia. Como entrenadora y jugadora se han reencontrado esta temporada, la cuarta de Loureiro como miembro de pleno derecho en la plantilla sénior. Una trayectoria que la sitúa entre las más experimentadas del vestuario. Solo Laura Alonso (22), Salinas (22) y Ogoke (25) la superan. Pero sigue siendo una chica de 21 años., en formación "Ha pasado de jugar entre 10 a 20 minutos a jugar 30. Su responsabilidad ha subido", comenta Cantero. "Y eso a veces es difícil de controlar. Puedes intentar hacer más cosas de las que te tocan". La propia alero admite: "La mitad de mis compañeras son júniors. Eso me convierte en veterana. Pero me sigue faltando todo por aprender".

Su gran actuación en Oviedo multiplica su "confianza", el alimento de los tiradores. Pero existe otro sustento material, que explica lo sucedido y proporciona esperanza de continuidad. "El Universidad de Oviedo puso una defensa mixta sobre Ogoke y Salinas. Y ellas supieron buscar a Loureiro". Una tendencia interesante en el caso de la escolta nigeriana. Ogoke llegó a Vigo pocos minutos antes de su debut oficial ante el Aros León. Sin pretemporada que facilitase su aclimatación, apenas pudo entrenarse además en los primeros días. Es ahora cuando empieza a desarrollar el libreto de juego de Cantero. Y de esa mejor comprensión puede nutrirse Loureiro. "Ogoke atrae mucha atención de la defensa. Es muy importante que vaya encontrando a Lou", valora Cantero y la tiradora confirma: "Si se centran en Ogoke, tendremos más opciones de tiro. Estamos muy contentos con ella".

La victoria alivia al Celta. "La necesitábamos. En varios partidos habíamos competido bien, pero siempre nos faltaba un poco", recuerda Loureiro. Cantero descarta que esa sensación de desahogo pueda traducirse en una relajación letal. "De eso ya me encargo yo. Al acabar el partido ya empecé a decirles que teníamos que seguir trabajando duro", revela la entrenadora. El cuadro celeste necesita apretar los dientes. El sábado (18.30) recibe en Navia al ADBA, colista. Y pronto se medirán al Cortegada, otro de la zona baja. Es un tramo del calendario que deben aprovechar para romper amarras y alejar angustias.

A día de hoy aún no se sabe si el Celta podrá alinear ante el ADBA a Sabelle Diata. La pívot senegalesa, contratada hasta enero, visitó el lunes la embajada española en Dakar y está a la espera de que se resuelva el papeleo de su visado. Loureiro la conoce de su anterior etapa en el Celta, en la campaña 2012-2013. "Es muy buena jugadora. Nos ayudará en el juego interior, que nos hace falta", indica. Diata recibirá dentro. Estudiará la defensa. Y quizás decida doblarla fuera, donde Loureiro espera como estación término de tantas combinaciones. Es el signo de los tiradores.

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