Valiosa y agónica victoria la conseguida por el Pontevedra en el feudo de la Peña Sport, donde el colista de la clasificatoria peleó bien cara su suerte y cerca estuvo de sumar algo positivo en un partido alocado y sin control que bien pudo tener cualquier resultado de los posibles. El Pontevedra no supo jugar en los momentos decisivos, se quedó en inferioridad en el tramo final y se encomendó a la calidad de Mouriño, autor de los dos tantos, y a la falta de pegada de un Peña Sport, que incluso desperdició un penalti.

El partido comenzó con los de Tafalla tratando de imponer un ritmo alto de juego y con la idea de hacerse con el control del esférico en la zona ancha del terreno de juego. Enfrente, el Pontevedra no arriesgó lo más mínimo y agotó los primeros minutos en desplegar su sistema táctico y no dar opciones a su rival. La Peña Sport se volcaba en la estrategia y generaba inquietud pero así y todo los visitantes también amenazaban con hacer mucho daño a la contra, pues el farolillo rojo cada vez dejaba más huecos atrás y no siempre llegaba a tiempo de cerrarlos bien.

Los granates ganaron consistencia en el centro del campo y pronto sus acercamientos se hicieron más constantes. Así, antes de cumplirse el cuarto de hora se adelantaba en el marcador con un gran remate de Mouriño. La Peña se lanzó sin reparos al ataque y a cuatro para la conclusión conseguiría la igualada tras un saque de banda donde Goñi la manda a la cocina e Imanol remata completamente solo a la red con un buen disparo cruzado.

Todo parecía acabado, pero los diez del Pontevedra no lo creyeron así y al poco, en una peligrosa falta en la frontal, el especialista Mouriño la clavó perfecto a la red. Al poco, en una contra tras un córner, el visitante Anxo tendría la sentencia en un mano a mano en el que no estuvo afortunado.