Balaídos no perdona. Santi Mina regresó esta tarde a Balaídos y la afición le recibió en medio de una sonora pitada. La salida por la puerta de atrás este verano del canterano vigués escoció en en seno del celtismo a pesar de los 10 millones de euros que se embolsó el Celta. El delantero, representado del magnate portugués Jorge Mendes, abandonó el club que le vio nacer camino a Valencia, donde asumía el reto de pelear por un puesto en una plantilla diseñada para jugar en Europa.

En su momento, parte de la afición reprobó la decisión de Mina y hoy, aprovechando la visita del Valencia al municipal vigués, se lo hizo saber. Antes del inicio del encuentro, con Balaídos todavía a media entrada, los aplausos hicieron más ruido que los silbidos mientras el speaker repasaba las alineaciones. Al que sí que se vitoreó sin duda alguna fue a Yoel, otro ex celeste de regreso.

Pero cuando realmente dubo de sentirse Santi Mina alejado de la que fue su casa fue en el minuto 52, cuando saltó al campo en sustitución de Bakkali. Esta vez los pitos resonaron más que los aplausos. Además un sector importante de la grada le mantuvo en el punto de mira el resto des encuentro. Cada vez que el vigués entraba en contacto con el balón le dedicaban una sonora silbada.