Iago Aspas admitió ayer que se emociona cada vez que ve impresa la tabla de posiciones de la Liga y ve al Celta en el tercer lugar después de haberse disputado una cuarta parte del campeonato. El punta moañés, no obstante, pidió cautela a la hora de definir el objetivo para esta temporada, que él fija en la permanencia, al menos hasta que el equipo consiga los 42 puntos que garantizan su continuidad en Primera División.

"Ves la clasificación y es fácil emocionarse. Yo, como cualquier aficionado, veo la tabla y me froto las manos. Y me digo: ojalá acabara la Liga hoy, pero también pienso que queda mucho por delante y que habrá días difíciles en que en vez de marcar tú en los últimos minutos lo hará el rival", dijo. Por eso, Aspas continúa pensando en la permanencia como paso previo a cualquier otro objetivo. "Lo mejor para el club es pensar en la permanencia. Para la viabilidad económica, para la cantera, para la ciudad, va a ser lo mejor. Una vez que consigamos los 40 puntos ya podremos hablar de otras cosas", apuntó.

El delantero centro céltico, sin embargo, no obvia el excelente momento de forma por el que atraviesa el conjunto de Eduardo Berizzo. "Es para estar muy contentos. Las cosas se están haciendo muy bien y así es fácil que destaquen los jugadores a nivel colectivo. En este último partido metí yo los goles pero en los anteriores marcaron Nolito y Orellana", declaró en rueda de prensa el artillero celeste, que considera que el Celta tiene "un equipo para estar arriba aunque con los pies en el suelo" porque es precisamente la permanencia "lo que dará tranquilidad al equipo" para afrontar metas mayores. "Pero si estamos arriba es porque lo estamos haciendo muy bien", reconoció el atacante morracense, que confesó que cuando ve la tabla revisa "hasta la diferencia de goles". "El Celta estará sin duda entre los diez primeros pero antes de hacer las cuentas hay que conseguir la permanencia", insistió.

Tras subrayar el gran momento de forma del equipo,l el delantero centro canterano recordó que cada partido es una reválida, empezando por el de este sábado frente al Valencia, un equipo de la zona alta que va volver a poner a prueba la fortaleza del Celta en Balaídos. "El equipo sabe a lo que juega y lo hemos demostrado, aunque los nuevos nos hemos tenido que acoplar por el camino. Cada partido es una reválida, cada rival más difícil y hay que pensar en el partido del sábado contra en el Valencia. En Balaídos hemos perdido un partido y empatado dos y hay que pensar en sacar el mayor número posible de puntos en casa", destacó Aspas, que considera complicado luchar esta temporada por el título de máximo goleador nacional. "Es un premio que hoy en día está lejano. Yo quiero el bien colectivo, que es lo que importa, que sigamos haciendo bien las cosas", manifestó el artillero.

El moañés, finalmente, se quejó del mal estado del césped de Balaídos y compartió con Berizzo las críticas por el deficiente estado del terreno de juego vigués.