Una varita mágica parece haber tocado a este Celta y en la noche de brujas ha conseguido poner fin al maleficio que no le permitía ganar en Anoeta en los últimos dieciséis años. El equipo celeste pone fin a su mala racha en sus visitas a la Real Sociedad gracias a una victoria en un partido muy trabajado en el que el conjunto de Berizzo tuvo que reaccionar por dos veces a los goles de Agirretxe. Iago Aspas hizo un doblete para empatar el partido y el 'Tucu' Hernández, con un golazo desde fuera del área, dio los tres puntos al Celta a falta de dos minutos para el final. Los celestes se sitúan, pase lo que pase mañana, terceros en posiciones de Champions y se convierten en el visitante más letal de la Liga, con trece puntos de quince posibles.

El encuentro no discurrió bajo el guión previsto. Las ausencias de los sancionados Augusto Fernández y Cabral mermaron al equipo. Sin el centrocampista al Celta le costó salir de la cueva. La pérdida de Cabral fue todavía más grave. Andreu Fontás evidenció su falta de forma y concentración con dos errores notables en los goles de Agirretxe. Por suerte, los de Berizzo consiguieron rentabilizar las ocasiones necesarias para traerse un valioso triunfo a Vigo.

Los celestes no entraron con buen tono al partido y eso les costó un primer gol en contra. Antes ya había avisado Carlos Vela con un cabezazo que salió lamiendo el poste derecho de la portería de Sergio. Zurutuza puso un balón templado al área que Agirretxe remató a la red después de ganarle la espalda a Fontás. Cuando el delantero remató, el de Banyoles todavía le estaba buscando. El mal arranque todavía pudo haberle costado más caro a los vigueses si Vela, desde el punto de penalti, hubiese atinado a embocar un centro de Yuri.

Pero las meigas estaban del lado de los gallegos. Iago Aspas punteó lo suficiente un mal disparo de Radoja desde la frontal para despistar a Rulli y empatar el partido. Con un poco de fortuna, el Celta cambió el panorama y retomó el control del partido. El propio Aspas, con una remate acrobático, y Nolito, al contragolpe, pudieron poner a los célticos con ventaja, pero se encontraron con el portero 'txuri urdin' bien colocado. Entonces, cuando mejor estaba el Celta, volvió a aparecer la bestia negra. Fontás volvió a desentenderse de la marca de Aguirretxe y éste remató solo un envío de Yuri. Sergio también pudo hacer un poco más para evitar el gol. El ariete blanquiazul ha sido el artífice de cinco de los últimos nueve goles que los vigueses ha recibido en Anoeta.

Con esta desventaja se llegó al descanso. En la segunda parte la banda izquierda del Celta empezó a cobrar protagonismo en la medida que Nolito iba incidiendo más y más en el juego de los suyos. A los diez minutos, un gran centro de Wass con la rosca perfecta se encontró con la cabeza de Aspas. El moañés, con un remate preciso, puso el balón en el ángulo lejos del alcance de Rulli.

A partir de ahí, el resto de los minutos transcurrieron sin un dominador claro. La Real, en una mezcla de fútbol vasco e inglés, buscó el juego directo y los centros laterales. El Celta, por su parte, se encomendaba a la creatividad de Nolito, que desde su posición ejerció de director de orquesta. Xabi Prieto e Iago Aspas disfrutaron de dos buenas ocasiones para volver a adelantar a sus respectivos equipos, pero sin duda la más clara la tuvo Guidetti, que sustituyó al de O Morrazo en el 82. El sueco mandó a las nubes un balón franco que le llegó tras un rechace.

Entonces llegó la acción que demuestra que este Celta de Berizzo tiene estrella. Nolito condujo el balón por la banda izquierda y dio un pase atrás hacia Pablo Hernández. El 'Tucu', desde treinta metros, no se lo pensó dos veces y chutó un zambombazo que entró por toda la escuadra. El embrujo se daba por terminado. Los celestes se llevaron la victoria y tendrán una noche de 'Halloween' feliz de regreso a Vigo.