Valentino Rossi correrá en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana, en el circuito de Cheste, el próximo 8 de noviembre. El italiano líder del Mundial con siete puntos de ventaja sobre Lorenzo, había asegurado que se planteaba ausentarse de la última carrera. Reaccionaba así a la sanción que le hará salir último en la parrilla en castigo a su incidente con Marc Márquez. Pocos creyeron su amenaza y Rossi ha tardado solo dos días en disipar cualquier duda. "Gracias a todos por el fantástico apoyo, leeros me ha ayudado a superar la amargura y el cabreo. Desde hoy se trabaja para Valencia", escribió el italiano en su cuenta en la red social Twitter.

Con esta breve declaración el piloto confirmó que estará en Valencia después de que el mánager del equipo Movistar Yamaha, Linn Jarvis, ya hubiese adelantado que Rossi estaría en el GP de la ciudad española.

Lo que no evita Rossi es la sanción. La Federación Internacional de Motociclismo (FIM) ha confirmado la decisión de dirección de carrera en Sepang, que penalizó a Rossi con tres puntos en su historial. Es por acumular cuatro en la temporada que saldrá desde el último lugar en el GP de la Comunidad Valenciana.

La FIM describe así el incidente en el que Rossi derribó a Marc Márquez en plena carrera: "Valentino Rossi abría su trazada de forma deliberada en la curva 14 forzando a otro piloto a salirse de la suya, resultando de ello un contacto que causaba la caída del otro piloto. Esto se considera una acción de conducción irresponsable que causa peligro a otros competidores y supone, por tanto, un incumplimiento del artículo 1.21.2 del Reglamento de los Grandes Premios del Campeonato del Mundo", explica el comunicado de la FIM.

La FIM, que secunda así a dirección de carrera en negarle a la maniobra de Rossi la consideración de patada, explica que el piloto italiano presentó una apelación ante el comisariado de la FIM y fue requerido para que hiciera sus alegaciones. Sin éxito, ya que el comisariado confirma esa sanción de forma unánime. La sanción se convierte así en definitiva, ya que no cabe una nueva apelación.

Todo lo sucedido en Sepang ha disparado la expectación en el que ya era uno de los mundiales más emocionantes de los últimos años. En Cheste ya habían colgado el cartel de no hay billetes. Son 110.000 las entradas vendidas. Sin embargo, siguen llegando peticiones, más de 50.000. El director de la carrera, Gonzalo Gobert, en previsión de que pueda haber incidentes entre seguidores de Rossi, Márquez y Lorenzo, ha pedido que todo el mundo se comporte con calma.

Los días previos seguirán alimentando la polémica. El diario italiano La Reppublica abría ayer sus páginas con la noticia de un posible 'Pacto de Andorra' entre Lorenzo y Márquez con el objetivo de perjudicar a Rossi en su pelea con Lorenzo por el título. Titulaba: "El encuentro secreto que ha trastornado a Rossi". La reunión se habría producido antes del Gran Premio de Aragón.

Márquez, entre tanto, regresó ayer a casa y no quiso hacer declaraciones. Esbozó su eterna sonrisa, esa que en Malasia perdió, y solo dijo: "No diré nada. Hablaremos en Valencia". Todos lo harán a su manera, sobre el asfalto.