"Estoy preocupado. Pero no haremos barbaridades. Hemos tenido partidos complicados. Seguiremos trabajando". El presidente del Bosco Celta, Paco Araújo, sereno, marca el tono. La escuadra, golpeada por lesiones y fichajes frustrados, encadena cuatro derrotas en el inicio de la Liga Femenina 2, la última por 81-49 en Tenerife. No se pierde el rumbo. El director deportivo, Carlos Colinas, intenta cerrar la contratación de una pívot africana que apuntale el juego interior hasta Navidades, cuando el mercado ofrecerá mayores alternativas. La entrenadora, Cristina Cantero, se esfuerza en que la plantilla mantenga el pulso competitivo.
El Celta, tras quedarse el año pasado a las puertas del play off de ascenso, pretendía dar otro paso en el crecimiento de su joven proyecto. Regresar a la Liga Femenina no es un objetivo firme a corto plazo. Sí querían afianzarse entre los conjuntos dominantes de la categoría. Todo se les ha torcido. María Araújo ha decidido probar ya fortuna en la élite y se ha mudado al Universitario Ferrol. La tendinitis de sus rodillas mantiene en el dique seco a Marta Canella -la baionesa, además, se va al extranjero en enero por estudios-. Las dos grandes referencias de la casa quedan así fuera de la ecuación.
El Celta, por otra parte, apostó por Maimouna Diarra como pívot de referencia. La senegalesa había marcado diferencias en el Arxil. Esa experiencia anticipaba una buena aclimatación. Todo quedó bien encaminado con la jugadora y su agente. Un familiar que regenta la carrera de la joven estropeó el asunto. Tras varias semanas de dilaciones y exigencias, el director deportivo celeste decidió descartar a Diarra.
Carlos Colinas busca desde entonces ese "cinco" que necesitan. La urgencia choca con las limitaciones de la época, con la temporada ya iniciada. Imposible fichar a una estadounidense. Implica el desembolso de 2.600 euros de licencia. Colinas rastrea el mercado africano. Surgen posibilidades, pero todas complejas. El Celta, además, ofrece un contrato temporal hasta el cambio de año. Porque para entonces ya ha definido otras posibilidades muy interesantes en el baloncesto nigeriano.
La mejor alternativa era recuperar a Sabelle Diata. La senegalesa, de 29 años, militó en el Celta en la temporada 2012-2013. Jugadora útil, trabajadora, seria. Una buena ayuda. Aceptó esa situación provisional. Cerró su acuerdo con Colinas. Y se ha topado con la burocracia. Diata ha pedido cita en la embajada española de Dakar para tramitar su visado. No la atenderán hasta el 29 de noviembre. Demasiado tarde. Apenas podría jugar un mes con las celestes, perdiéndose además las inminentes citas con Oviedo, ABDA y Badajoz, ahora mismo rivales directos en la zona baja.
A expensas de que se pueda acelerar el proceso con Diata, el director deportivo celeste está explorando otras opciones. Jugadoras sin equipo o cortadas prematuramente son el escaso material con el que trabajar. Colinas ha contactado con una pívot propia de máxima categoría, que de momento prefiere seguir esperando. En el club confían en que pueda haber novedades en las próximas horas. No habría aquí problemas de visado ya que, como Sarah Ogoke, esta pívot africana posee también pasaporte estadounidense.
Aunque pendiente de esa situación, Cristina Cantero se fija en lo palpable, que es una plantilla con solo ocho séniors y entre ellas, solo Ogoke, Canella, Alonso, Loureiro y Salinas pasan de los 20 años. Incluso añade sobre la baja de Canella: "Prefiero centrarme en lo que tengo. Su vuelta depende de las sensaciones que tenga. La incertidumbre puede perjudicar al grupo. Si puede jugar, será un balón de oxígeno. Pero debemos seguir adelante". A la lesión de Canella se suman las molestias de Ogoke y Paloma, "problemillas, pero que se van sumando".
El vestuario asimila la abultada derrota ante el Adareva. "Fueron muy superiores en todas las facetas del juego. Tienen veteranía y polivalencia. Con todo, no jugamos mal en la primera parte. Fallamos banderas y tiros librados", menciona Cantero. No atribuye el temblor de la muñeca a la presión de las derrotas sino a un "bloqueo" puntual, "producto de la ansiedad tras los primeros fallos", más allá de que al Celta le cueste anotar.
Cantero defiende que sus chicas "son capaces de sobreponerse" a la delicada situación, aunque también reconoce: "Tenemos una limitación. En Tenerife una rival de 34 años se medía a una jugadora nuestra de 16. Estamos dando tres pasos más porque hace falta. En vez de jugar cinco minutos, las más jóvenes están jugando veinte. Estamos forzando situaciones. Eso a veces las frustra".
El líder Al-Qázeres será el próximo visitante en Navia. Fecha a tachar. Después, Oviedo, ABDA y Badajoz. Rivales contra los que competir. "Estoy tranquila", resume Cantero. "Y las jugadoras también ven esa tranquilidad en el club. Acabamos de empezar. Tenemos tiempo. La liga nos pondrá en nuestro sitio. Si es abajo y peleando por salvarnos, lo asumiremos. La clave es no perder la cabeza. Iremos a nuestro ritmo. Es la mejor forma de conseguir los objetivos mínimos".
