Carlos Clos Gómez (Zaragoza, 1972) fue uno de los protagonistas del paso del Real Madrid por Balaídos. El árbitro aragonés ha recibido muchas críticas por medir con distinto rasero a los dos equipos y dejar en inferioridad numérica al Celta, después de mostrar dos tarjetas amarillas a Gustavo Cabral.

A pesar de jugar con una ventaja de dos goles a favor y ante un rival en inferioridad numérica durante la última media hora de partido, el conjunto madrileño pasó apuros el sábado para desbancar a los célticos del liderato de la Liga. El Celta baraja ahora la posibilidad de presentar alegaciones a la expulsión del defensa argentino, que se despidió de Clos Gómez con la expresión "cagón de mierda", según se recoge en el acta arbitral. La sanción que le caería a Cabral en esta ocasión podría alcanzar los cuatro partidos, si no prosperan los recursos del club vigués.

El colegiado, por otra parte, genera dudas sobre su imparcialidad cuando dirige al Real Madrid. El céltico Pablo Hernández lo acusó tras el partido del sábado en Balaídos de "equivocarse siempre para el mismo lado". En las redes sociales comenzaron a circular en las últimas horas datos que alimentan las sospechas sobre posibles favoritismos de Clos Gómez hacia el equipo que preside Florentino Pérez.

El aragonés es el segundo colegiado que más le ha facilitado los partidos al Real Madrid, pues en 10 ocasiones dejó a los rivales en inferioridad numérica. Este número de expulsiones solo lo supera López Nieto, que suma 13 a favor del conjunto blanco. Daudén comparte la segunda posición de esta clasificación junto al colegiado que dirigió el último Celta-Real Madrid.

Pero no acaban ahí los datos comprometidos para Clos Gómez en sus actuaciones ante el equipo madrileño, pues el aragonés es el colegiado que más penaltis ha señalado a favor de los blancos, a los que les ha concedido 13 penas máximas.

Dos de esos penaltis los señaló la temporada pasada contra el Elche, que se adelantó en el marcador gracias a una dudosa falta de Cristiano Ronaldo dentro del área del Real Madrid. El equipo merengue gozaría después de dos decisiones también polémicas a favor que le ayudaron a superar a un rival que se fue del Bernabéu con la sensación de haber sido atropellado por el colegiado, más que por la pegada del rival.

El sábado no hubo penas máximas en el área del Celta porque las pocas apariciones de los merengues en el área de Sergio Álvarez evitaron acciones polémicas de máximo riesgo. En cambio, los célticos sí se quejaron del trato recibido por Clos Gómez al mostrar las tarjetas, como si aplicase un criterio diferente en función del equipo que cometiese la infracción. Así, el Celta se llevó seis tarjetas amarillas por una del rival.

La primera cartulina de la tarde fue para Cabral, que en el minuto 56 protestó la que el colegiado le mostró a Pablo Hernández por agarrar a Sergio Ramos. Amonestó a Augusto Fernández por "formular observaciones de orden técnico a una de mis decisiones", escribió en el acta. Y a Nolito, "por levantar los brazos en señal de disconformidad con una de mis decisiones". El Celta intentará evitar la sanción a Gustavo Cabral.