El filial vigués dio la de arena en Tudela, donde no fue capaz de dar continuidad a la última victoria cosechada ante la Peña Sport, el oasis en el desierto celeste tras una nefasta serie de resultados. La expulsión de Samuel en el tramo final de la primera parte condicionó el duelo ante el Tudelano. Cuatro minutos después de quedarse en inferioridad numérica llegó el gol de París en un disparo desde más de 25 metros que sorprendió a Iván. Torres Gómez movió ficha e introdujo en el campo a Lucas en busca del ansiado equilibrio, pero el tanto de Valero justo después de la reanudación acabó con cualquier esperanza de remontada.

Tras unos primero compases de tanteo, el Celta B se hizo con la pelota liderado por un espléndido Rubén, catalizador de todos los ataques en la recta inicial. El mediapunta protagonizó los dos primeros acercamientos del Celta B en dos remates que no encontraron la red, pero que llevaban mucha intención. Pagola atajó el primero en dos tiempos y el segundo se perdió cerca del palo derecho de la portería navarra.

El paso de los minutos, sin embargo, favoreció a los intereses del Tudelano, que a medida que las manecillas del reloj siguieron su curso natural fue tomándole el pulso al partido y difuminando el juego de los discípulos de Torres Gómez. A pesar de todo, los locales no acababan de dar con la tecla, ya que el Celta B presionaba la salida de balón del equipo navarro y en esa tesitura los de Manix Mandiola sufrían más de lo deseado.

Valero, mediado el primer acto, pudo abrir la lata viguesa, pero con todo a su favor disparó por encima del larguero solo ante Iván. Coincidieron los mejores minutos del cuadro blanquinegro con los peores de un Celta B al que en el tramo final del primer periodo le pasó factura el esfuerzo realizado en el arranque en la faceta de la presión.

A falta de diez minutos para el descanso se produjo la jugada que acabaría condicionando el encuentro. Samuel derribó a un rival en la banda y vio su segunda cartulina amarilla dejando a su equipo en inferioridad numérica. Las consecuencias no se hicieron esperar, ya que apenas cuatro minutos después llegó el tanto del Tudelano en un disparo de París desde 25 metros que sorprendió a Iván.

Torres Gómez entendió entonces que el equipo necesitaba un cambio y retiró del terreno de juego a Rubén para introducir a Lucas en busca de algo más de equilibrio.

El tiro le salió al entrenador del filial celeste por la culata, ya que en la primera aproximación del Tudelano en la reanudación llegó el segundo tanto navarro, obra de Valero tras un error defensivo.

A partir de ahí ya fue coser y cantar para el Tudelano, al que con contemporizar le bastó para hacerse con los tres puntos. El Celta B lo intentó por todos los medios en los primeros minutos del segundo acto, pero cuando se le encendió la luz de la reserva de la gasolina el equipo vigués ya arrojó la toalla definitivamente.

Tampoco quiso hurgar en la herida el Tudelano, que se conformó con dejar pasar los minutos y asegurar un triunfo que le permite mantenerse en la zona alta de la tabla, todo lo contrario que un Celta B que mucho deberá mejorar si no quiere sufrir esta temporada.