Cristiano Ronaldo ha iniciado el camino de transformación como futbolista. En la recta final de su carrera, el portugués se moverá más por el centro del ataque que por los extremos. Ha perdido velocidad punta para el desborde, pero continúa siendo uno de los mejores rematadores de la historia de este deporte. Ayer dejó otro regalo en Balaídos, su decimotercer tanto en las ocho ocasiones que se ha enfrentado al Celta. Ya contabiliza 325 goles con el Real Madrid, dos más que Raúl González, quien primero rompió la barrera que había establecido el mítico Di Stefano en el club blanco.

Las bajas de Karim Benzema y de Gareth Bale han acelerado la irrupción de CR7 como ariete del Real Madrid. Ahí es donde lo quiere Benítez, aunque cuando todos los lesionados del equipo merengue se recuperen, el técnico madrileño tendrá problemas para acomodar a todas las estrellas. Y por detrás, Jesé y Lucas Vázquez vienen apretando duro, aunque de momento se impone la jerarquía de los veteranos.

El lucense aprovechó un balón por la banda izquierda, por donde ayer se movía Jesé, para servirle el balón a Cristiano Ronaldo. El luso buscó la espalda de Jonny, que llegó con el paso cambiado al cruce y CR7 fusiló a Sergio Álvarez. Era la primera ocasión de gol del Real Madrid y el vigente Bota de Oro europeo no perdonaba.

Hasta ese momento, Cristiano Ronaldo solo se había dedicado a jugar de espaldas a la portería y realizar alguna floritura de tacón, en las que Balaídos respondía con abucheos al jugador del Real Madrid, que nunca pudo con un Sergi Gómez que le ganó el pulso por anticipación. En el minuto 27, CR7 se iba solo hacia el portal del Celta, pero el zaguero catalán le robó la pelota. Ante la ocasión perdida, el portugués reclamó falta.

A pesar del gol, parecía incómodo Cristiano Ronaldo ante la vigilancia de Cabral y de Sergi Gómez. De hecho, en el minuto 37 falló una clara ocasión a pase de Jesé. El balón le llegó a la pierna derecha pero remató con el exterior del pie derecho, no encontró portería y el balón se fue hacia la banda.

En los cornes, CR7 tampoco tuvo muchas opciones ante el marcaje de Pablo Hernández. Solo encontró un remate de cabeza, que se le fue por encima del larguero de la portería del Celta.

Tras el descanso, Cristiano Ronaldo pudo por fin realizar una bicicleta y finalizó la jugada con un lanzamiento con la pierna izquierda. El balón se fue a córner.

Tras consumirse la hora de partido, el luso tuvo dos ocasiones consecutivas pero se topó con Sergio Álvarez. El guardameta de Catoira acabaría afeándole el día a CR7 cuando el partido agonizaba y antes de que Marcelo estableciese el 1-3 definitivo. El astro portugués tuvo un mano a mano con Sergio. Intentó superar por alto al portero del Celta pero la vaselina se le quedó a medio camino y el balón acabó en los guantes del catoirense.

Como ya es habitual, CR7 marcó en su visita a Balaídos: cuatro de cuatro ha conseguido quien ha iniciado su transformación en delantero centro.