El extenista estadounidense Andre Agassi, ganador de ocho 'Grand Slam', confesó que durante el tiempo que ocupó el número uno del tenis mundial fue "el más infeliz del mundo", debido a que nunca disfrutó practicar el deporte en el que destacó. "Mi padre me vendía como el número uno y cuando llegas ahí no te puedes dar la vuelta, era el número uno más infeliz del mundo, prefería ser el 141. Cada vez que salí a jugar al tenis sentí que estaba fingiendo", reconoció Agassi en una conferencia ofrecida en la Ciudad de México. El ex tenista, de 45 años, reconoció, como explicó en su libro 'Open: Memorias', que empezó a jugar obligado por su padre. "Mi papá era muy intenso, tenía ocho años y era una carga que me hundía y ese resentimiento me acompañó", apuntó.

El estadounidense, que se convirtió en profesional a los 16 años, aceptó haber odiado el tenis durante la mayor parte de su carrera, que finalizó en el 2006.