Un Celta en estado de gracia recibe este sábado al Real Madrid en un trepidante duelo por el liderato que va a obligar al equipo vigués a dar la vuelta la estadística negativa que le persigue en los últimos tiempos en Balaídos, donde el gigante blanco se ha impuesto en siete de sus últimas ocho visitas. El último triunfo celeste se produjo en el curso 2013-14, de la mano de Luis Enrique, que ha marcado el camino a seguir para derrotar este sábado a los de Rafa Benítez.

El Celta ha mejorado con Berizzo las prestaciones ofrecidas hace un par de años con el actual preparador azulgrana y se enfrenta al Madrid en su momento más dulce en muchos años: invicto, con los mismos puntos y casi tantos goles como el conjunto blanco y decidido a ganar el partido para encaramarse a la primera plaza.

Los celestes llegan al partido lanzados, tras doblegar a domicilio al campeón de la UEFA, Sevilla, humillar al todopoderoso Barça en Balaídos y apear en la última jornada del Villarreal del liderato. Esperan ahora al Madrid decididos a reeditar la victoria que entonces privó al conjunto que entonces dirigía Carlo Ancelotti de toda opción de luchar por el título de Liga. Claro que en aquel partido el Celta se vio favorecido por la ausencia de Cristiano Ronaldo, la gran estrella del equipo blanco, que en las tres últimas temporadas ha marcado 12 goles al equipo vigués en ocho partidos. Ronaldo arrastraba molestias musculares y Ancelotti lo reservó pensando en la final de la Champions frente al Atlético de Madrid que se disputaría días después en Lisboa.

Acaso porque la Liga, que finalmente se llevó el Atlético de Madrid con un empate en el Camp Nou en la siguiente jornada, estaba muy complicada o porque afrontó el partido pensando en la Décima, el Madrid no puso toda la carne en el asador, lo que sí hizo el Celta, aunque al equipo vigués no le iba nada más en el envite que despedir por todo lo alto a su técnico, que ya tenía hechas las maletas para volver a Barcelona, y a Mario Bermejo, que colgaba las botas a final de la temporada.

El caso es que el Celta afrontó el partido mucho más motivado que su adversario y regaló a su entregada afición un triunfo incontestable. El gran protagonista del choque fue Charles Dias, que anotó los dos tantos que dieron el triunfo a los olívicos. El brasileño adelantó al Celta tres minutos antes del descanso al aprovechar un patinazo de Sergio Ramos para rebañarle astutamente el balón, encarar a Diego López, regatearlo y patear la pelota al fondo de la red.

La picardía de Charles fue también determinante en el segundo tanto, conseguido al poco de iniciarse el segundo acto. El artillero adivinó un envío defectuoso de Xabi Alonso al portero, lo interceptó en un veloz movimiento y solo tuvo que driblar al portero blanco par anotar a puerta vacía.

No fue Charles el único héroe de la tarde. En aquella victoria sobre los blancos tuvo también mucho que ver Sergio Álvarez, el Gato de Catoira, a quien Luis Enrique, con la temporada amortizada, había premiado con la titularidad desde la jornada anterior en Pamplona. Sergio paró aquella tarde lo que no está en los escritos y se ganó la continuidad en el Celta, que ejerció poco después la opción unilateral que disponía para renovar su contrato. La posterior venta de Yoel al Valencia, le situó en el camino de la titularidad, que alcanzó la siguiente campaña de la mano de Berizzo. Al margen de las destacadas actuaciones de Sergio y Charles, la clave de aquel triunfo fue la determinación que el Celta puso sobre el campo, planteando al Madrid un partido abierto, de igual a igual.

Algo parecido, aunque con distinto resultado, sucedió la pasada temporada con Berizzo en la visita de los blancos a Balaídos. Los celestes plantearon también a los blancos un partido a tumba abierta pero en esta ocasión salieron perdiendo en el intercambio de golpes por la mayor pegada del rival (2-4). Ancelotti sí pudo contar esta vez con Ronaldo, aunque fue un actor secundario, el mexicano Javier Hernández, Chicharito, el que resolvió el partido anotando dos de los cuatro goles del conjunto blanco en el momento decisivo.

Antes del triunfo conseguido en el curso 2013-14, el Real Madrid encadenó seis victorias consecutivas en Balaídos en la competición liguera. La anterior victoria céltica se produjo en mayo de 2001, cuando el conjunto que entonces dirigía Vicente Del Bosque cayó goleado (3-0) con tantos de Juanfran, Gustavo López y Jesuli.

Desde su último ascenso a Primera División, el Celta también ha derrotado al Real Madrid en la Copa del Rey, con Paco Herrera al frente del banquillo. Los célticos superaron al conjunto dirigido por José Mourinho por 2-1 en un gran partido con goles de Mario Bermejo, que abrió el marcador tras cabecear en el segundo palo un centro desde la izquierda de Krohn-Dehli, y Cristian Bustos, que se estrenó como goleador en Primera con el gol de su vida, un latigazo desde 20 metros que se coló por la escuadra blanca. Cristiano Ronaldo marcó el gol del Madrid, que dio la vuelta a la eliminatoria en el Santiago Bernabéu (4-0), con un hat-trick del portugués.