El Olivo, salvo algún mal fario o lesiones, apunta a temporada de récord en el grupo 1 de Segunda División. Las de David Ferreiro golearon de nuevo y concluyeron la sexta jornada ya como líderes en solitario, tras caer el Mareo.

La Liga puede dar muchas vueltas, cierto, pero sin duda este es el año del Olivo. Las viguesas aplican el rodillo cuando quieren, con un fondo de armario superior al de cualquier oponente. El conjunto arousano llegaba invicto y se llevó siete. La cuestión no fue que llegó a empatar en acción a balón parado y que las locales resolvieron en los minutos finales del primer periodo, sino que el derbi se decidió cuando al once vigués le apeteció.

Las viguesas salieron en tromba y al séptimo minuto? descansaron. Natalia superaba por elevación a Rocío y el marcador se ponía franco. Después, nuevas opciones del líder con la siempre bulliciosa Carol y balón al palo con disparo de Paula Domínguez, Pauleta.

El rival, con todo, siguió peleando. Presionó, tuvo fe y sacó petróleo de una acción a balón parado. Belén, su delantera, colocaba el balón en la cruceta. Pero hasta ahí. El Olivo es un martillo pilón. Y de repente, a las vilagarcianas les cayeron dos mamporros en los minutos 39 y 40. Carol asistía a María Calvar, el excelente fichaje de este verano, que hacía el 2-1. Y sin tiempo a ver los minutos restantes, calvar era quien habilitaba a Natalia, esta regateaba por el extremo y daba el pase para que Carol fusilase. El tridente del Olivo sentenciaba.

Vale, restaba toda la segunda mitad. ¿Minutos de la basura? Pues no. El Olivo siguió jugando un fútbol de toque, de ataque por las bandas, de balones buscando la espalda de las centrales visitantes que el público supo agradecer y aplaudir. Así cayó el quinto, con galopada de Joana que superaba por alto a la meta arousana, mientras que minutos antes el cuarto llegaba tras indefinición de la zaga que aprovechaba Clo para enviar un zurdazo.

El festival siguió porque el once olívico se gustaba y sus adversarias habían empequeñecido futbolísticamente. Hubo premio para Ceci, no a la hora de anotar sino de asistir, pues de uno de sus correteos por la banda derecha llegó otro pase que Joana fusiló. Carol cerraría la serie con un mano a mano con la guardameta.