El Arosa da síntomas de recuperación. Después de tres derrotas consecutivas, el equipo de Piscis fue capaz de salvar un punto ante el Negreira en un partido que se le puso muy cuesta arriba, tanto por el 1-2 en contra como por el ambiente enrarecido que ayer se respiraba en A Lomba.

El técnico local buscó un golpe de efecto en su once para invertir la dinámica. La entrada del juvenil Óscar, pero sobre todo la vuelta de Sylla tras su sanción, dieron frescura y dinamismo a los arlequinados. El plus físico que imprime el senegalés se dejó notar desde la primera acción con un remate de cabeza que se fue alto.