Los imparables All Blacks, dobles campeones del mundo, reservaron ayer su billete para las semifinales del Mundial de rugby de Inglaterra después de derrotar con contundencia a Francia por 62-13.

Nueva Zelanda, que reeditaba ante los 'bleus' la final del último Mundial, suma y sigue camino a su tercer título, y tras una fase de grupos impecable, con cuatro triunfos en otros tantos partidos -Argentina, Namibia, Georgia y Tonga-, volvió a no dar ninguna opción a su rival.

Gracias a los nueve ensayos anotados en el estadio del Milenio de Cardiff -cuatro en la primera mitad y cinco en la segunda-, los 'kiwis' se clasificaron para su séptima semifinal de Copa del Mundo, donde ya le espera Sudáfrica, que se impuso a Gales por 23-19.

Los oceánicos tenían enfrente un XV del Gallo que fue capaz de plantar cara a los 'kiwis' durante 20 minutos y que concluye la etapa de Philippe Saint-André como seleccionador (deja su puesto a Guy Noves tras el campeonato) con más penas que alegrías.

Sudáfrica, gracias a un ensayo a falta de seis minutos para el final de Fourie Du Preez, derrotó en el primer partido de cuartos de final a Gales por 23-19.

Los Springboks, campeones del mundo en 1995 y 2007, lograron el primero de los cuatro cupos de semifinales en un partido intenso, en el que el acierto a los palos de Handré Pollard resultó a la postre decisivo.