Después de la última derrota en Sevilla previa al parón de selecciones, el Barcelona buscará recuperar las sensaciones ante el Rayo Vallecano, un rival con un juego atrevido y vistoso que, sin embargo, se ha convertido en una de las víctimas favoritas de los azulgranas.

Desde el ascenso del equipo madrileño a la Liga en la temporada 2011/12, los catalanes han ganado los ocho encuentros disputados con un balance de treinta y siete goles a favor y sólo cuatro en contra.

Por ello, y a pesar de las destacadas bajas que arrastra el equipo que entrena el equipo de Luis Enrique Martínez, el club de Vallecas se perfila como el mejor rival para conectar con el público del Camp Nou, sumar tres puntos y continuar la pugna por las primeras posiciones de una competición que lidera el Villarreal.

Además del resultado, uno de los aspectos tácticos que, posiblemente, se analizará después del partido será el referente a la posesión del balón.

El Rayo, con la apuesta de Paco Jémez por mimar el balón y realizar una arriesgada presión avanzada, ha sido uno de los pocos equipos que en los últimos años le ha ganado la posesión del balón al Barcelona.

Sucedió en la temporada 2013/14 cuando el equipo madrileño ya le ganó el control del esférico (51 %) al Barcelona entrenado por el argentino Gerardo 'Tata' Martino. Los azulgranas ganaron con solvencia (0-4) aquella noche, pero durante la semana posterior retumbaron los cimientos de las esencias del fútbol de toque de los catalanes.

Para ganar el partido y, de paso, la batalla de la posesión, Luis Enrique no podrá contar con los lesionados Leo Messi y Andrés Iniesta. Así, el asturiano deberá decidir si apuesta por un centro del campo formado por Busquets, Sergi Roberto y Rakitic, o si bien da entrada a Mascherano en el pivote, aunque también tiene en la recámara el jugador del filial Gumbau.