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balonmano - División de Honor B

Cerillo regresa al rescate del Octavio

El extremo aparca su retirada ante la delicada situación deportiva del club vigués y mañana jugará ante el Nava en As Travesas - "No soy el salvador de nada, esto lo tenemos que sacar entre todos" afirma

Los jugadores del Octavio, con Cerillo, (centro) ayer durante la entrega de carnets en "A tapa do barril", colaborador del club. // Marta G.Brea

Partido crucial para el Academia Octavio, pese a lo tierno del campeonato en División de Honor Plata. El equipo vigués se mide al Nava mañana (18.30). Dos de los tres equipos que han llegado a la sexta jornada sin sumar puntos. La escuadra viguesa, maltrecha en lo anímico y lastrada por las lesiones de Toni Corcera y Óscar Silva, abandona el nuevo hogar de Navia. Regresa al Central. El escenario de sus glorias durante medio siglo. También el lugar donde José Ángel Fernández Sedano marcó tantos goles en 23 años encarnados. Al extremo se le ha añorado. Ya no más. Su apodo de batalla, ya convertido en apodo de vida, volverá a ser recitado en las alineaciones. Cerillo acude al toque de corneta. El capitán estará ante el Nava.

Cerillo anunció el pasado 18 de agosto: "Me retiro". Las negociaciones para su renovación se habían atascado y el adiós, una posibilidad presente en su mente desde hacía meses, tomó cuerpo. El vigués sintió una especie de descompresión con el anuncio. Liberaba su mente de cualquier duda. Pero ya Javier Rodríguez, el presidente, anunciaba en ese acto de despedida: "Sin Cerillo no sé si vamos a durar 50 segundos, 50 minutos, 50 meses o 50 años".

El tremendismo del presidente, entendido desde la emoción del momento, ha adquirido el tono de funesto presagio. La permanencia es requisito imprescindible en el itinerario previsto. Y el Octavio, a día de hoy, está condenado a sufrir. La dinámica de juego es mala. La confianza de su adolescente plantilla se resiente. No tiene a ninguno de los tres máximos goleadores de la pasada campaña: Diogo, porque no fue renovado; Cerillo, por retirada; Silva, por fractura del maxilar (le queda mes y medio de baja). Así que Cerillo recupera del armario la casaca académica. La suya, ya que Javier Rodríguez había decidido que nadie volvería a vestir el dorsal trece. Aunque Cerillo rechaza cualquier interpretación mesiánica de su reaparición: "He decidido volver y ayudar a cumplir el objetivo, que es la salvación.No voy a ser el salvador de nada. Si lo salvamos, lo salvamos entre todos.Y si no somos capaces, será culpa de todos también. Seré un jugador más. Sí que puede que tenga mayor peso o responsabilidad que otros jugadores, pero la intención es ayudar a mis compañeros. Solo nos salvaremos si todos arrimamos el hombro".

El presidente siempre sostuvo que a Cerillo aún no se le había agotado el tiempo. Jabato jamás perdió la esperanza de recuperarlo. "Casi desde que empezó la Liga estuvieron llamándome. Sobre todo Jabato insistía en que volviese. Después de hablar con Javier he aceptado", confiesa el jugador, que explica su decisión: "El equipo no está en el mejor punto. Está tocado. Esperamos que pueda ayudar en todo lo que pueda, que los jóvenes se vean algo más arropados y cojan confianza".

Asegura Cerillo que él estaba cómodo como jubilado del balonmano: "Había desconectado completamente. Aunque iba al pabellón a ver los partidos y algún día a entrenar, estaba fuera mentalmente de la competición. Y me sentía a gusto. El valor sentimental que tiene el club para mí y ver la situación en la que está me han empujado a la vuelta". A la vez admite: "A nivel físico no estoy como estaba a final de temporada, desde luego. Supongo que me costará un poco ponerme en forma".

La plantilla conoció ayer la noticia. Fue en una cita en "La tapa del barril", establecimiento colaborador del club, antes del entrenamiento. El cuerpo técnico espera que la alegría que genera en el colectivo tenga un rendimiento inmediato. Porque faltan 25 jornadas por disputar,pero las dos próximas ante Nava y La Roca se entienden cruciales, al menos para el futuro inmediato. "Son dos rivales directos. Con la baja de Óscar Silva se ha precipitado todo. De ahí la insistencia de Jabato y Javier. Creo que debía hacerlo, como último servicio al club", indica Cerillo, seguro de que esta prórroga concluye el 22 de mayo de 2016. "Es por lo que es y nada más. Me considero un jugador retirado. No tenía ninguna ambición ni necesidad personal de volver. Estaba a gusto. Tenía clara la decisión tomada. En mi cabeza han pesado otras cosas que no solo mi bienestar personal".

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