Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

baloncesto

Odom baja a los infiernos

El exjugador de la NBA, de 35 años, lucha por su vida tras ser encontrado inconsciente en un burdel en el que llevaba desde el sábado

Lamar Odom se dispone a realizar un lanzamientos en su etapa en los Lakers. // Efe

Lamar Odom, exjugador de la NBA de 35 años y que la pasada campaña tuvo un fugaz paso por el Baskonia de la Liga ACB, se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Pahrump al que era trasladado ayer en ambulacia tras haber sido encontrado inconsciente en un burdel de Crystal (Nevada), una localidad a poco más de cien kilómetros de Las Vegas. Sus 2,08 metros de altura impidieron que pudiera ser trasladado en helicóptero a Las Vegas, como se intentó inicialmente. Al "Rancho del Amor" de Crystal había llegado el sábado. Según los primeros informes médicos había tomado Viagra herbario y consumido "gran cantidad de alcohol", tenía restos de cocaína en su sistema sanguíneo y rastros de crack en sus pulmones.

Lamar Odom se debate entre la vida y la muerte como su carrera estuvo entre el éxito y el fracaso y como su vida estuvo siempre marcada por la tragedia. Tan excepcional en la cancha como causa perdida fuera de ella. Marcado por los efectos secundarios de su penoso pasado y de una vida ligada a las desgracias. Su padre es adicto a la cocaína, quedó huérfano de madre con 12 años y le crió su abuela, que moriría poco después. En 2006 perdió a su bebé de seis meses de muerte súbita y en 2011 protagonizó un accidente de coche en el que murió un chico de 15 años...

Formado en la Universidad de Rhode Island tras ser expulsado de la de Nevada, Lamar Odom era elegido por los Clippers de Los Angeles con el número 4 del draft de 1999. En su primer año en la NBA promedió unos magníficos 16,6 puntos, 7,8 rebotes y 4,2 asistencias por partido que le valían para ser elegido en el quinteto de debutantes del año, pero añadió a su adicción a las chucherías la de las drogas y en 2001 sufría su primera sanción.

En 2003 cambió de costa y fichó por los Heat de Miami. El cambio le vino bien: 17,1 puntos, 9,7 rebotes y 4,1 asistencias llamaron la atención de los Lakers, que le reclamaban como parte del traspaso de Shaquille O'Neal a los de Florida. Al lado de Pau Gasol y Kobe Bryant vivió su gran etapa con el conjunto angelino, logrando dos títulos consecutivos (2009 y 2010) y siendo elegido el "mejor sexto hombre" de la Liga, promediando 16,5 puntos y 13,4 rebotes por partido. Y en 2010 se convertía en el primer jugador en la historia que ganaba el mismo año el anillo de la NBA y el título mundial de baloncesto.

Aquellos días de gloria le abrirían también las puertas del descenso a los infiernos. En 2009 se casó con Khloé Kardashian, a quien había conocido en una fiesta un mes antes. Cuando en 2011 dejó Los Angeles camino de Dallas para fichar por los Mavericks su matrimonio ya estaba herido. Se rompería definitivamente en 2014 tras filtrarse un video en el que Lamar hablaba de su infidelidad y de sus tratos con las drogas.

Su temporada en Dallas fue un suplicio; su rendimiento, paupérrimo. Cayó a la liga de desarrollo y acabó siendo traspasado a los Clippers. Aquel 2013 ingresó en un centro de rehabilitación para tratar sus problemas de adicción al alcohol y las drogas.

En febrero de 2014, y en una especie de salto al vacío, firmó con el Laboral Baskonia de la liga ACB. Quería volver a jugar pero sumó un nuevo fracaso. Un mes después regresaba a Estados Unidos tras haber disputado 23 minutos con los vitorianos repartidos entre un partido de Liga y otro de la Euroliga. En total: 2 puntos, 4 rebotes y una asistencia.

Con el dominio de balón y la visión en el pase de un base, el tiro de un escolta y la capacidad reboteadora de un pivot, Lamar Odom estaba llamado a ser uno de los más grandes de la historia pero se quedó siempre en el camino. Sus mejores temporadas las vivió como el "sexto hombre" que salía desde el banquillo en ayuda de sus compañeros. Pero nunca admitió ese rol y cuando le dieron los galones de titular no supo estar a la altura.

Devorador de golosinas y chucherías incluso en los descansos de los partidos, las drogas acabaron devorándole. A lo peor su conciencia nunca estuvo en paz.

Compartir el artículo

stats