El Mosteiro Bembrive encontró ayer dignidad en una derrota que vuelve a dejarlo a las puertas de una gesta histórica. Si el año pasado el cuadro vigués no tuvo opción alguna ante el Barcelona en la misma ronda del torneo del K.O., ayer los de Pitu se quedaban con una sensación "agridulce", después de sentir que sí que era posible derrotar a un rival de mayor categoría y al que plantaron cara en una gran primera parte.

Hasta que el Santa Coloma no marcó el cuarto gol, el Mosteiro creyó firmemente en que podía firmar una página histórica para su club. Jony y Morgade realizaron el saque de otro de esos días que quedarán marcados con mayúsculas en los anuarios de la escuadra verde, que encontró honor en una derrota en la que se desfondó, en la que dio todo lo que tenía y más, en la que hizo posible a la grada creer en los milagros.

Pese a que empezó el Mosteiro mostrando mayor ambición, el primer gol del Santa Coloma llegó pronto, demasiado quizá. En el minuto 2 Rafa lópez adelantaba a un rival que parecía sentirse asfixiado en las reducidas dimensiones de la cancha de Bembrive. Pero en una sensacional jugada de Morgade dos minutos después, llegaría el empate, con el que el Mosteiro alimentaba su ilusión.

El segundo gol del Santa Coloma ya dejaba entrever las diferencias entre ambas plantillas. En el minuto 8 Pablo del Moral, que acababa de entrar en la cancha, volvía a poner a los visitantes por delante. Pero con ese marcador se llegó al descanso, y ahí fue donde el Mosteiro creyó posible lo imposible. Durante muchos minutos, en un esfuerzo físico inconmensurable, el cuadro de Pitu maniató a un Santa Coloma que parecía no encontrar su hueco en el parquet de Bembrive. Muchas fueron las ocasiones erradas por Mario, Jacobo, Morgade, Berni y hasta Chelito.

Casi media hora duró la ilusión, tiempo que tardaron en llegar dos goles casi consecutivos de Corvo y Sepi para que el Mosteiro se diera de bruces con la dura realidad.

Pitu pedía un tiempo muerto y sacaba a Berni como portero jugador. Tuvo sus ocasiones ahí el Mosteiro, dispuesto a caer con honor. Pero llegó el 1-5. Nené recortaba distancias, pero enseguida Corvo volvía a asestar un duro golpe. La grada se puso en pie con el gol de Mario González, en el minuto 38, si cabe escaso premio para un equipo que lo dio todo y que recibió un último golpe final con el 3-7 que marcó Rubén González.

Se despide el Mosteiro del sueño de la Copa del rey, pero sigue vivo en la Copa Xunta y ahora se centrará en la Liga, donde su sueño es seguir luchando por la zona alta.