Pablo Hernández, el Tucu, no se siente cuestionado por un sector de la afición del Celta. Muy al contrario, el internacional chileno rompió ayer su silencio para reivindicarse como una parte importante del brillante arranque de curso protagonizado por el conjunto de Eduardo Berizzo con un trabajo que no siempre se aprecia y que a él le deja buenas sensaciones.

"No escucho los silbidos", aseguró Hernández en rueda de prensa tras el entrenamiento matinal celebrado por el plantel celeste en A Madroa. "Cuando estás en el campo no te fijas en eso, sino en lo que puede pasar, en la próxima jugada. Si te fijas en los chiflidos y esas cosas, la pelota te pasa por un lado, así que no me fijo", añadió el centrocampista, que se considera el primer crítico de sí mismo. "Soy autocrítico y sé cuándo no hago bien las cosas, pero los chiflidos no me afectan porque no los escucho. Un día te aplauden y otro te silban así que yo no le doy demasiada importancia".

Pedro Pablo Hernández explicó que su única prioridad es concentrarse en el juego para ser de utilidad al equipo, pero acepta cualquier crítica que provenga desde el respeto. "Para mí lo más importante es jugar, sea en la posición en que me toque estar y lo que opine la gente es respetable. Uno siempre trata de hacer bien las cosas, puedan salir o no. Respeto la decisión de todos, son libres de opinar siempre que sea con respeto", subrayó.

El Tucu aclaró que no se siente bajo sospecha en Balaídos. "Al contrario. Si se fijan tanto en mí, deben esperar mucho de lo que puedo llegar a dar y saben lo que puedo llegar a dar. Y eso a mí me fortalece", afirmó el futbolista, que cree que realiza un trabajo en el equipo que no siempre es fácil de apreciar. "Creo que mucho [de su trabajo] no se ve, pero trato de ayudar al equipo tanto en la parcela ofensiva como en la defensiva", explicó Hernández, que valora sobre cualquier otra cuestión la satisfacción del deber cumplido. "Para mi lo más importante es irme a casa con una buena sensación, sabiendo que lo he dado todo. Y que el equipo funcione bien, sea quien sea la figura. Si el equipo funciona bien, eso habla bien de todos", declaró.

El internacional céltico se refirió también a los problemas que ha tenido para adaptarse al fútbol español, una cuestión que hace tiempo que ha dado por zanjada. "Puedo tener buenos o malos partidos, pero porque tenga un mal partido no se puede decir que no esté adaptado al fútbol español. Estoy jugando, me siento importante en el equipo y esto es para mí lo principal", aseveró el Tucu."Ya tuve un año en el cual el arranque me costó un poco pero después terminé bien y ahora me siento bien y adaptado al fútbol español, aunque pueda tener un mal partido", precisó. Pablo Hernández rechazó, en este sentido, que él juegue a un ritmo más lento que el resto del equipo y señaló precisamente que una de sus virtudes es aportar pausa el juego del Celta: "Por momentos se necesita una pausa y saber manejar los partidos. En cada equipo hay un jugador que trata de hacer la pausa para descansar o para proteger al equipo en una situación en que lo está pasando mal. Solo eso. En cada equipo siempre hay un jugador que intenta hacer una pausa".

El futbolista de San Miguel de Tucumán (Argentina) evalúa, por otra parte, con buena nota tanto el juego propio como el colectivo. "Mi valoración es buena. El equipo está funcionando bien, tuvo buenos recambios y ha funcionado bastante bien. Estamos en una posición privilegiada, en la cual damos lucha a cualquier equipo. Me siento bien, con confianza y bien físicamente. Preparado para sacar la mayor cantidad de puntos para poder pensar luego en otra cosa", dijo el Tucu, que valoró también su aportación defensiva. "Por ahí es necesario, porque atacamos con mucha gente. Tengo que hacer un trabajo más de desgaste. Pero estoy bien físicamente y me siento bien para hacerlo", puntualizó.

Preguntado sobre si consideraba la clasificación para competición europea un objetivo factible, Hernández se mostró cauto a la par que ambicioso. "El año pasado estuvimos ahí. Si no tuviésemos ese bache en el que perdimos muchos puntos, creo que estaríamos hablando de otra cosa, pero debemos ir partido a partido", indicó.

El Tucu agradeció, finalmente, la confianza que Eduardo Berizzo le ha dado prácticamente desde su llegada al Celta. "Trato de ganarme su confianza día a día y en los partidos en que me toca estar. Eduardo me conoce hace mucho tiempo y sabe cuándo estoy bien y cuándo estoy mal", concluyó.