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voleibol - Superliga 2

Lo que el voleibol ha unido

El matrimonio Sienes-Penedo dirigirá en el primer equipo del Vigo a los chicos con los que llevan 10 años trabajando

Suso Penedo y Yolanda Sienes, con la plantilla del Vigo. // FDV

El presidente del Vigo, Guillermo Touza, estaba en vilo. El entrenador del primer equipo, Manu Rodríguez, abandonaba el cargo por motivos laborales, de mudanza a otra localidad. ¿A quién sentar en el banquillo? Touza conocía a los candidatos ideales: Yolanda Sienes y Suso Penedo, técnicos de las categorías inferiores. Necesitaba convencerlos. "Éramos bastante reticentes", reconoce Sienes. "Queríamos seguir en la base". Los dos, casados, trabajan en el Amor de Dios. Encargarse de los séniors implica viajes, entrenamientos a altas horas... Al final han aceptado la propuesta. "La situación te obliga, te exige. Estos chavales se lo merecen todo, vamos a dar todo a su favor", establece Sienes.

El Vigo inicia su curso en Superliga 2 este sábado (Coia, 18.30), ante el Xátiva. Un encuentro que supone en cierto modo el resultado natural del proceso. La mayoría de la plantilla sénior está recien salida de juveniles. Es una cámada a la que Sienes y Penedo iniciaron en el voleibol hace una década -solo los veteranos Cholo y Galego y el recién fichado Marcote tienen diferente itinerario-. Han tutelado a sus pupilos en su crecimiento, categoría a categoría. "Que puedan culminar la tarea en el primer equipo tiene mérito", valora Touza. "Tenerlos ahí ya es positivo antes de empezar. Ganemos o perdamos, todo lo que venga será bueno".

El voleibol marca la vida en común de Yolanda Sienes y Suso Penedo. Ella comenzó a jugar en Jesuitinas; él, en Jesuitas. Se conocieron en el patio del colegio de ella, en una visita de los chicos. "Allí surgió todo", recuerda Sienes con una sonrisa. Ennoviaron y hasta ahora, camino de los cuarenta años juntos. "Muy juntos", incide. "El voleibol nos unió".

Sienes militó en el Vigo de comienzos de los ochenta, cuando el club, patrocinado por Elías Alonso Riego, tenía sección femenina. Penedo llegó al club poco después. Tras retirarse se quedaron como entrenadores de la base. Sienes se distanció un poco cuando tuvo a sus hijos, Andrea y Pablo. A esta generación que eclosiona en Superliga 2 la cogieron ambos cuando ella decidió retomar la actividad deportiva.

"Siempre nos hemos sentido muy implicados con ellos", comenta Sienes. "Somos un poco madre y padre de muchos. Existe una amistad perfecta. Se ha muerto el abuelo de Pablo Alonso y el lunes estábamos todos en el tanatorio. El año pasado, cuando falleció mi padre, fue lo mismo. Los jugadores quedan fuera de los entrenamientos. Nadie tiene un problema con nadie. No creo que exista una relación más bonita que la nuestra en ningún equipo".

No todos han alcanzado la cima del club de aquellos pequeños que aprendieron a bloquear, remata o recibir bajo su mando. "Por el camino se ha quedado gente", explica Sienes. "Somos muy exigentes. Ahora mismo tenemos un bloque muy disciplinado y homogéneo. Ha llegado lo mejorcito".

Entre los que han superado la criba destaca el hijo de ambos, Pablo, capitán de la plantilla para más señas y con un gran currículo a nivel de selecciones y en voleibol playa. "Es muy carismático, muy líder", comenta Yolanda de su retoño. "Cuando no está, se nota. Lo decía el otro día un compañero suyo. Se fían mucho de él".

Tener de entrenadores a sus padres, si acaso, le ha proporcionado más jaquecas que beneficios a Pablo. "En el entrenamiento es uno más, pero al llegar a casa le decimos que por qué hizo esto o lo otro", confiesa Sienes. "Lo lleva con resignación. Tenemos que intentar aparcar las cosas en las puertas del pabellón". Matiza: "Somos padres abiertos. Y la prioridad no es Pablo sino el equipo, el club. Los chavales así lo entienden".

Penedo y Sienes se reparten las tareas. Él, con carnet de nivel 3, ejerce como entrenador principal, en lo técnico y táctico; ella, con nivel 2, se ocupa más de los asuntos disciplinarios. Suelen compartir ideas y actividades. Y han decidido poner la preparación física en manos de Joan Rodríguez, al que se le dedica la partida económica que Touza reservaba para el entrenador. "Lo hemos querido así", revela Sienes.

Volver a coincidir con sus vástagos deportivos dispara la confianza. "Podemos llegar lejos. No seremos el equipo más alto y más fuerte de la categoría, pero sí el que tiene más ilusión", indica la entrenadora, pero fijando a la vez objetivos realistas: "Superliga 2 es la categoría en la que debemos estar por temas de aprendizaje. Ascender no nos quita el sueño, no es un reto a corto plazo; si viene, bien, pero sin presión".

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