Guiados por la clase del franco-argelino Yacine Brahimi, el Oporto de Íker Casillas venció ayer al Chelsea de José Mourinho con goles de André André y Maicon, mientras que el de los ingleses lo sumó Willian. Con este triunfo, el Oporto comparte el liderato del grupo G de la Liga de Campeones, con 4 puntos, los mismos que el Dínamo de Kiev, y deja al Cheslea de Mourinho muy tocado, pues esta derrota se une a su mal rendimiento en la Liga inglesa.

Los locales superaron en juego a los londinenses, sobre todo en el segundo tiempo, cuando pudieron sentenciar antes del asedio final del Chelsea, que tuvo en Diego Costa su mejor hombre.

En el 90, Diego Costa reclamó un penalti por una mano del español Iván Marcano. En el descuento, los ingleses casi igualan, pero un corte del propio Marcano evitó el tanto. Nada más oír el pitido final, Casillas cerró los puños y gritó de júbilo.

El reencuentro entre Casillas y Mourinho después de su tortuosa relación en el Real Madrid (2010-2013) y el regreso del técnico portugués al estadio Do Dragao, donde cimentó su fama mundial, habían eclipsado en los prolegómenos el notable interés del encuentro.

Para el portero español fue una noche especial, ya que ayer superó a su compatriota Xavi Hernández como el jugador con más partidos disputados en la historia de la Liga de Campeones, con 152.

Su carrera en la 'Champions' comenzó hace 16 años, un 15 de septiembre de 1999, cuando defendió en Atenas la portería del Real Madrid en un empate a tres goles ante el Olympiacos.

Con el equipo blanco, ganó tres veces el principal torneo continental (2000, 2002 y 2014) y acaba de ser considerado el mejor meta de la competición por la web especializada Goal.

Íker Casillas asumió su responsabilidad en el gol de falta marcado por el brasileño William para el Chelsea, disparo que se coló por el palo que debía guarecer y que supuso el empate a uno segundo antes de ir al descanso.

"Seguramente podría haber hecho mucho más, aunque es una jugada difícil porque apenas puedo ver la pelota. Pero evidentemente eso no es ninguna excusa, la responsabilidad es mía", subrayó el internacional español en declaraciones a medios lusos nada más terminar el duelo entre Oporto y Chelsea.

Casillas destacó el gran ambiente vivido en el estadio de Dragao. En su opinión, los "dragones" jugaron un gran partido frente a un rival de entidad, lo que demuestra que pese a la gran cantidad de cambios en el once del Oporto esta temporada respecto a la pasada "la adaptación está siendo buena y el equipo está cada vez mejor".

Interrogado sobre el técnico del Chelsea, José Mourinho, Casillas confirmó que no tuvo la oportunidad de saludarlo. "No lo he visto, y si lo veo lo saludaré como saludo a todo el mundo, sin ningún problema", aseguró el capitán de la selección española.