El estoicismo hecho gala por Fernando Alonso a lo largo de la temporada empieza a mostrar fisuras. El asturiano intenta poner buena cara a los malos tiempos de su McLaren-Honda pero la decepción que lleva por dentro a veces también estalla. Ayer quizás lo hizo en un momento poco oportuno, cuando motivos y razones para ello no le habían faltado a lo largo de todo el año. Pero el circuito de Suzuka es propiedad de Honda y Alonso fue a quejarse de la poquísima potencia de su motor en presencia de los máximos responsables de la firma nipona. Y le respondió Ron Dennis. Lío a la vista. Una historia ya conocida.

Sexta vuelta. Alonso, que se había colocado noveno tras la salida, cedía en el segundo giro ante el empuje del Toro Rosso de Carlos Sainz para en la sexta, también en la recta de meta, ver cómo le superaba el sueco Ericsson con el Sauber. El asturiano estalla por radio y da salida a toda su frustración: "Me están pasando en las rectas como si fuera un GP2. Esto es vergonzoso, muy vergonzoso".

Luego, tras la carrera, se explica: "Les puedes aguantar en las curvas, en las que ves que van de lado a lado cometiendo errores, pero llegan a la recta y te adelantan. Y nosotros no podemos adelantar a nadie. Es frustrante, pero es lo que toca este año. Intentaremos mejorar lo antes posible. Acabar con los dos coches aquí después de los dos abandonos de Singapur es bueno, pero no deja de ser durillo. Y no hay que esconderlo".

A Ron Dennis, sin embargo, no le pareció nada bien que el bicampeón ovetense no escandiera los problemas. "Creo que mostró su frustración, pero no creo que necesitara hacer esos comentarios. No fueron particularmente constructivos", dijo el director ejecutivo de McLaren, quien destacó que "estamos en Japón, en el circuito propiedad de Honda y con la presencia del presidente de Honda, de su jefe de investigación y desarrollo y del director ejecutivo. Ellos están comprometidos para ganar el Mundial. El camino va a ser más largo del previsto, pero ni sus aspiraciones ni su compromiso han disminuido".

Dennis terminó asegurando que hablará con Fernando Alonso "de puertas para adentro". No sabemos si lo hizo o no, pero sí que el español no tardó en matizar su discurso: "Lo que se dice por la radio deberían ser cosas del equipo. Tengo tres años más de contrato con McLaren y mi carrera en la Fórmula 1 acabará con este equipo. Y ojalá ganando todo", señaló en su cuenta de Twitter.