El Academia Octavio trabaja en su futuro hoy, en el Central, con el Torneo Concello de Vigo Deportes Carlos Miguel, y atiende a su presente mañana, en Navia, donde el equipo sénior recibe al poderoso MMT Seguros Zamora. Un claro candidato al ascenso que llega a Vigo invicto en gran medida gracias a la labor bajo palos del exrojillo Leo Maciel.

El entrenador del Octavio, Jabato, y su jugador y entrenador de la cantera Toni Corcera han organizado hoy en el Central ese torneo que es más bien una jornada de convivencia en la que participarán casi 300 niños de catorce centros educativos. Alimento de esperanza para el club académico. Todos los jugadores de la primera plantilla participarán en esa fiesta infantil. Son ellos mismos muchachos, no muy distantes en edad de aquellos a los que hoy cuidarán.

La joven plantilla académica, que el año pasado, primero de la reconversión, realizó una campaña asombrosa, está sufriendo en el arranque de ésta. Alcanzan la cuarta jornada con el casillero a cero, como otros cuatro compañeros de categoría. Cierto que solo la derrota en Navia ante el Alarcos puede entenderse como un fiasco. En Gijón se peleó el triunfo y en Valladolid era una quimera. Tampoco parece muy al alcance mañana en Navia. El Zamora recién desciende de Asobal. De hecho, estuvo esperando hasta última hora por si el conflicto de la patronal con Teucro y Frigoríficos le conservaba la plaza en la elite. "Han mantenido el bloque", advierte Jabato. "Tienen gente con experiencia en Asobal y sus jóvenes han ganado un año de madurez. Es un rival peligroso, un claro candidato al ascenso".

La prioridad académica es vaciarse en el empeño y ofrecer buenas sensaciones, pero sin renunciar a la sorpresa. "Otros equipos llegaron a Navia como líderes o segundos, y perdieron. Para nosotros tienen que ser una motivación extra". Aunque cualquier posibilidad pasa por una certeza: "Tenemos que cometer pocos errores, estar serios atrás, correrles... En resumen, ofrecer nuestra mejor versión". Será sin Corcera, de baja tres semanas por la luxación de un hombro.

El duelo de las porterías se presume estelar. Bajo los tres palos locales, García Lloria, con mando en plaza en esta segunda etapa en el Octavio, donde creció. Estaba fuera, en otros destinos, durante la época de Leo Maciel. El argentino ejerció de meritorio de Javi Díaz entre 2010 y 2012. Tuvo pocas oportunidades y acabó regresando a su país. Dejó el recuerdo de persona tan peculiar como excelente y de portero de gran potencial. En Zamora vive su segunda experiencia europea, con el objetivo de disputar los Juegos Olímpico. Jabato llegó a coincidir con él: "Leo es ahora un portero más maduro. Está parando mucho. Yo me alegro por él y le deseo que siga así, pero a partir del domingo".