La previa del Celta-Barça se resolvía en siglas y acrónimos. Los tridentes ofensivos resumidos en la MSN azulgrana y el malsonante ANO celeste. Incluso el Mirror británico se esfuerza en explicarle a sus lectores el juego de palabras. "Comparados con ellos somos un mojón", había valorado Nolito en frase que hace furor. Antes del partido, por la gracia; después, por la paradoja. El tridente céltico imperó.
Los delanteros titulares azulgranas superan a los célticos en talento. Absurdo discutirlo. La comparación de palmarés estremece. Y también cualquier análisis mercantil. Según las estimaciones de Transfermarket, por ejemplo, Messi (120 millones), Neymar (80) y Luis Suárez (80) valdrían 16,4 veces lo que Aspas (4), Nolito (10, según ellos) y Orellana (3). En goles ligueros, Messi (43), Neymar (22) y Luis Suárez (16) produjeron la pasada temporada 4 veces lo que Aspas (2), Nolito (13) y Orellana (5).
El fútbol permite alterar las jerarquías, aunque sea de forma puntual. Los estados de forma presagiaban en cierto modo que los célticos podían aproximarse a los azulgranas. No de semejante modo. El Mojón Team arrasa al Barça, titulaba el diario Marca. Aunque valorando el rendimiento colectivo, a la mayor parte de los espectadores foráneos les deslumbró la vanguardia viguesa. La estadística sustenta esa opinión.
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La peligrosidad del tridente azulgrana se sustancia en que, en uno de sus peores días, igualó el número de disparos del tridente céltico en uno de sus mejores: trece. Sobresale la efectividad local: tres por uno. El tanto de Guidetti fue el único que escapó al monopolio de los titulares.
La radiografía certifica que el tridente azulgrana hizo aguas por el medio. La marca combinada de Sergi Gómez y Gustavo Cabral anuló a Luis Suárez. Ni un solo intento a puerta. Apenas un pase con cierta intención. El ariete uruguayo se ausentó incluso de las labores defensivas, en las que suele esforzarse. En Messi ya se asume la holganza.
Es en esta faceta en la que el trío celeste aplasta al barcelonista. La sensación de que el Celta construyó su victoria sobre sus robos tiene reflejo en los datos. Sus atacantes recuperaron 25 balones, muchos de ellos en zona sensible, traduciéndolos de forma inmediata en ocasiones de gol. Los barcelonistas se quedaron en ocho. El Barça siempre tuvo que afrontar ataques de muchos metros.
La prensa catalana, si bien elogia a Orellana y Aspas, centra su atención en Nolito. No solo porque perteneció a su cantera, sino porque se confía en su regreso. "Nolito sobresalió en el festival del Celta e hizo puntos para que el Barça, su exequipo, se decida a recuperarlo", escribe Oriol Doménech en Mundo Deportivo. Luis Enrique pidió su fichaje en verano. Se supone que insistirá. Bartomeu dio prioridad a la contención salarial. Nolito no entusiasmaba a nivel mediático y tampoco se le podía inscribir hasta enero. Ahora Rafinha se ha lesionado. Sandro y Munir no están cumpliendo en su papel de revulsivos. La operación de Nolito cobra fuerza, especialmente porque el acuerdo verbal entre el jugador y el Celta, que elevaría su cláusula de rescisión de 18 a 25 millones, sigue sin firmarse. Ayer, el jugador se relajó por la tarde en Samil en compañía de su representante, Óscar Font.
