El Concello de Poio celebró ayer la ya clásica prueba de automovilismo de la Subida a Escusa, un evento que concentra a muchos amantes del motor y la velocidad. En medio de un clima algo diferente al de anteriores años por el desgraciado accidentes producido hace unos días en Coruña en el que murieron siete personas, este año el evento no estuvo exento de polémica precisamente por la oposición de algunos vecinos de la zona a que se celebrase la prueba. Pese a todo la competición se desarrollo tras cumplir con todas las medidas y requisitos legales exigidos, que fueron si cabe más extremos que nunca. No se tuvieron que lamentar incidentes algunos.

En lo meramente deportivo la competición no pudo ser más emocionante con la lucha entre Sobral y Viéitez. Fue este quien logró llevarse el gato al agua en esta prueba con su mayor rival Jacobo Sobral, de la escudería Sohers Competición siempre muy cerca.