El Atlético de Madrid volvió ayer al sendero de la victoria, tras caer en la última jornada contra el FC Barcelona, al derrocar la muralla de la SD Eibar (0-2) a base del descaro del internacional argentino Ángel Correa, que estimuló el juego del equipo rojiblanco y cocinó los tres puntos a fuego lento con un gol solo apto para genios y una asistencia al espacio para que Fernando Torres redondeara el marcador.

El tridente compuesto por Jackson Martínez, Luciano Vietto y Antoine Griezmann, que tan buenos resultados dio hace escasamente cuatro días en la victoria contra el Galatasaray en la primera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, no surtió tanto efecto en Ipurua, obligando a Simeone a cambiar de plan urgentemente para no poner en riesgo el tercer triunfo de la temporada.

La alta intensidad que imprimió el Atleti durante la primera media hora de partido desfondó al Eibar, pero no fue hasta la segunda mitad cuando los visitantes encarrilaron el choque. Primero Correa, en el minuto 61 y después Fernando Torres marcaron para llevar la tranquilidad al banquillo rojiblanco.