Como decía el cartel de la peña del Mecalia Guardés "Benvidos ó inferno". Esto es lo que sintió el Bm. Porriño ayer en los primeros minutos de partido. Comenzó el encuentro con muchos nervios por parte de ambos equipos. Se respiraba en el ambiente la tensión de un derbi, donde los dos equipos se jugaban mucho. Tres goles del Mecalia Guardés, obra de Ana, Manaut y Haridian, colocaban el marcador con un 3-0 preocupante para el Porriño y Abel Estévez pidió un tiempo muerto. De nada sirvió porque hasta el minuto nueve Emma no conseguiría el primer gol para las porriñesas y el marcador reflejaba un 9-2 muy difícil de superar.

Abel Estévez cambió entonces su ataque a un 4-2 con Bárbara y Alba en los pivotes pero esta estrategia tampoco consiguió que su equipo se mostrara más acertado de cara a la portería. Una y otra vez Estela Carrera impedía que el balón entrara. Con un 16-5 el encuentro llegó al descanso.

Marcar solo cinco goles en la primera parte era una losa muy grande para el Balonmano Porriño. En la segunda mitad las de A Louriña mejoraron sensiblemente en ataque, aunque intentaron jugar al contraataque no lo consiguieron y tuvieron que ser Emma y Saray desde atrás en carrera las que consiguieran batir a la portera del Mecalia. Poco a poco el equipo visitante se fue metiendo en el partido buscando reducir la diferencia de goles en el marcador. Pero el Mecalia Guardés estaba demasiado enchufado y en ningún momento notó las bajas que tenía el equipo (Cristina Barrios, Nuria Benzal y Estela Doiro).

A falta de diez minutos, ganando de trece goles, Manu Etayo sacó a pista a tres de sus juveniles, que marcaron goles, sin que el equipo mermase su rendimiento. En los últimos cinco minutos el Porriño imprimió un poco más de velocidad al balón y consiguió maquillar el marcador con un 1-4 a su favor.

Ahora toca olvidar este partido y pensar ya en el próximo fin de semana.