La selección española de baloncesto quiere abrir, en el partido que le enfrentará a Polonia (hoy, 18.30 horas) en los octavos de final del Europeo 2015, la puerta del sueño olímpico, que es su próximo objetivo. Alcanzar los cuartos de final daría la opción de luchar al menos por una plaza para el preolímpico del próximo año. Los dos finalistas del Europeo tendrán plaza directa para los Juegos de Río de Janeiro 2016, mientras que del tercero al séptimo clasificados podrán luchar por los tres billetes que asignarán otros tantos torneos preolímpicos. Solo un cuartofinalista se quedará sin premio.

El equipo español no lo ha pasado bien en Berlín. Ha sufrido en la pista y ha perdido contra Serbia e Italia. "Este equipo no tiene tanto talento de baloncesto como otros años", dijo Pau Gasol, verdadero guía espiritual de un grupo renovado en el Mirotic, Pau Ribas, Guillermo Hernangómez y Guillem Vives velan sus primeras internacionalidades.

Además de todo esto, la defensa ha sido señalada por todos, desde el entrenador, Sergio Scariolo, hasta el último jugador o aficionado como la culpable de que llegaran esos dos tropiezos, más allá del mayor o menor acierto en ataque.

Polonia no parece un rival especialmente complicado. Aunque apenas sirva de referencia que fue el antagonista en el segundo partido de preparación disputado en Santander, que finalizó por un 71-64 favorable a España. Los polacos tienen de todo pero en pequeñas proporciones. Tienen un gran pívot NBA de 2,11 metros, Marcin Gortat, que juega en los Wizards, y también un gran base creativo y anotador como AJ Slaughter y un buen tirador y anotador, como Waczynski, del Obradoiro, máximo encestador de su equipo en la primera fase. El resto de jugadores tienen un buen nivel, pero están un escalón por detrás de los referidos.

Los españoles han repetido hasta la saciedad que el problema es defensivo, de coordinación, de comunicación y que cuando han hecho las cosas bien se han retroalimentado en ataque, porque "correr es más fácil cuando defiendes, provocas el fallo del rival y coges el rebote".

El partido contra Alemania ha podido suponer un antes y un después. Se logró la clasificación en el último suspiro después de mejorar el juego durante muchos minutos. En Lille no habrá segundas oportunidades. Ni red. Si el equipo español quiere abrir la puerta del sueño olímpico tiene que hacerlo con determinación, con energía y con buen juego.

Uno de los asuntos cruciales en España es el estado físico de Rudy Fernández, aquejado de dolores en la espalda. "Rudy quiere ayudar, pero ha trabajado aparte del equipo. Tiene ganas de echar una mano, pero está muy condicionado. Es una pena que justo en el año que tenemos tantas bajas, un jugador referente esté en esas condiciones", aseguró Sergio Scariolo. "Es un contratiempo, pero creo que ante Alemania defensivamente tuvo alguna chispa en la que sí ayudó al equipo. Si se encuentra mejor de su espalda igual puede hacer algo", finalizó Sergio Scariolo.