El Celta B cosechó la primera derrota de la temporada en un partido en el que los de Javi Torres fallaron en la definición.

Aunque los primeros minutos del encuentro fueron igualados, las intenciones del Atlético Astorga no se ocultaron al plantear dos líneas de cuatro jugadores muy juntas cuya intención no era otra que la de cortar la línea de creación de los vigueses. Ofensivamente todo lo apostaban a un robo y una contra, tal y como pasó en el gol, cuando Juanra inicia una rápida contra por la banda aprovechando que Kevin estaba en el suelo sangrando después de haber recibido un codazo. La rápida carrera del defensor maragato finalizó con un centro al área pequeña en donde David Bandera, libre de marca, apareció para marcar.

A pesar de que restaba mucho tiempo para igualar el encuentro, la realidad es que el partido estaba muy cuesta arriba, ya que el Atlético Astorga estaba muy junto y no dejaba huecos. Estaba claro que la cosa no sería fácil, ya que los intentos vigueses por abrir el campo no encontraban respuesta en un Atlético Astorga que se mantenía muy junto y cuando un jugador del Celta B recibía el balón en el área, rápidamente se le echaban encima hasta tres jugadores taponando todos los intentos de disparo.

En la segunda parte la decoración no cambió demasiado. Javi Torres le dio carta blanca a Kevin para subir más por la banda, con lo que el Celta B jugaba con tres centrales. La primera gran ocasión llegó a los nueve minutos en una jugada a balón parado, cuando Rubén ejecutó de la falta pero el balón se estrelló en el travesaño.

Tampoco faltó la polémica, con dos goles anulados por fuera de juego que despertó el enfado de los aficionados, que a pesar de su empuje no lograban que llegara la igualada.

Javi Torres movió el banquillo por partida doble. Primero sacrificó a un defensa para meter más juego de creación, y en el segundo buscó la frescura de Javi Que.

Pero no hubo forma. El Atlético Astorga no se inmutó lo más mínimo, los defensas llegaban a todos los balones y el Celta B no lograba encontrar un hueco por el que entrar y finalizar la jugada, encontrándose siempre una nube de jugadores maragatos.