La Sociedad Deportiva Tirán Pereira volverá a estar entre los mejores. La tripulación entrenada por José Ángel Cambados, "Truco", colocó el broche de oro a una brillante temporada con la clasificación para la que es la regata más importante del año para cualquier remero, la Bandera de La Concha. En un año de transición, con numerosos cambios y no menos dudas, los moañeses han sabido dar el do de pecho y culminarlo ayer con lo que es a la vez una gesta y un premio a su buena labor.

Estarán de nuevo en la cita del año después del doloroso paréntesis de la campaña pasada. Y lo harán como único representante gallego en la cita, toda vez que el otro candidato con serias opciones de entrar, Cabo da Cruz, se quedó fuera de los siete puestos que otorgaban el billete para remar el domingo y el siguiente fin de semana. Fueron novenos a 11 segundos del corte. Tampoco lograron el pase, aunque esto ya entraba dentro de la lógica, Amegrove, Ares y Mugardos, que se limitaron a disfrutar de una emocionante jornada en la que se impuso la lógica y las embarcaciones de la Liga San Miguel dominaron en una regata con cierto mar y no exenta de tensión.

La Mar do Con no defraudó. Con cuatro de las siete plazas prácticamente decantadas de antemano para Hondarribia, Urdaibai, Orio y Kaiku, cualquier error podía costar muy caro en la batalla por los tres billetes restantes dada la tremenda igualdad de los contendientes. Lekittarra había marcado el mejor tiempo del primer grupo y servía como referencia inicial a batir y Kaiku lo hacía para ver por dónde se moverían los grandes. Al paso por la ciaboga la tripulación patroneada por David Álvarez estaba al límite, marcando el séptimo mejor tiempo pero con solo dos segundos de renta sobre Astillero y nueve sobre un Cabo acostumbrado a las remontadas.

Buen segundo largo

Pero los moañeses no dieron opción. Su segundo largo fue poderoso, tanto como para poder marcar el quinto mejor parcial, y cruzaron la línea de meta con un crono esperanzador, toda vez que fue el primero de sus rivales en acabar la contrarreloj. Quedaba apaciguar los nervios y esperar pacientemente el goteo de embarcaciones. La entrada de Astillero, con peor tiempo que los de O Morrazo, dejaba a los azules a las puertas de La Concha, algo que se confirmó con la llegada de Cabo da Cruz, que no pudo mejorar prestaciones con respecto al primer largo.

La emoción llegó por partida doble. Primero para repartir la séptima y última plaza, que se decantó por centésimas. Astillero, sin nada por lo que pelear en Liga desde hace semanas, preparó con mimo esta cita y se notó. Los de Dani Pérez rindieron a muy alto nivel pero se estrellaron contra la fortuna. Su tiempo fue mejorado en apenas 22 centésimas por San Juan, que entró de forma milagrosa dejando desolados a los remeros cántabros. El otro momento cumbre fue a la hora de decidir la regata. Hondarribia había marcado el mejor crono hasta que llegó Urdaibai y mostró credenciales. Nuevamente fueron centésimas las que separaron a dos embarcaciones, si bien en este caso fueron 90. Ambos barcos reservaron piezas pero ya exhibieron la batalla que se puede dar el domingo en San Sebastián. Orio, a cuatro segundos y Kaiku, a siete, mantienen esperanzas de no ser convidados de piedra y optar a la victoria. San Pedro, San Juan y Tirán lucharán por ese quinto puesto, toda vez que el último parece reservado, como es habitual, a los locales de La Donostiarra.