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voleibol - Superliga 2

Guillermo Touza: "Con la generación actual tenemos por delante años de bienestar deportivo"

"Mis directivos estarán ahí para que el club no desaparezca", asegura del futuro

Guillermo Touza, en la Plaza Elíptica. // R. Grobas

- El viejo profesor de educación física se jubila, pero el presidente del Vigo sigue siendo joven.

- Hombre, joven? Los años están ahí. Hay algo que no puedo dejar. Lo otro lo dejo a una edad buena. Si te vas cuando sea obligatorio, a lo mejor ya te encuentras más derrumbado. Es positivo poder hacer un montón de cosas de forma más relajada. Han sido 42 años de docencia. Me merezco un descanso.

- Más tiempo para el Vigo.

- Tiempo ya le dedicaba antes, pero ahora puedo disponer de las horas y los días como quiera. La cabeza me está dando vueltas con el tema de entrenar a niños pequeñitos. Da gusto estar con ellos y a los entrenadores jóvenes les aburre más.

- Como profesor captaba a chicos para el voleibol.

- Toda la vida, sí. Unos iban voluntarios y otros, obligados. Aparecían con los padres en el entrenamiento y me decía: "Estos me pegan". Algunos terminaron siendo grandes jugadores. Es otra etapa. Ya estamos mandando a entrenadores a los colegios.

- En el origen del voleibol vigués estuvieron el profesor Miró, el hermano marista Miguel, Floriano? Pero lo suyo ha sido un apostolado de cuatro décadas.

- En todos los que hemos estado lo importante ha sido la constancia. No abandonamos en momentos problemáticos a nivel económico y deportivo. En otros deportes sucedió. Nosotros, ante las dificultades, pusimos más dedicación. No todo el mundo lo hace a cambio de nada. Ese apostolado ha sido complicado. Hubo malas cosechas. Hoy vivimos una época en la que sí salen jugadores. Al trabajo se le ve el fruto. Con esta generación tenemos por delante años de bienestar deportivo.

- ¿Le llena más este equipo actual de veinteañeros que aquel Larsa europeo?

- La buena situación económica con Larsa nos llevó a abandonar un poco las categorías base. No valorábamos al jugador vigués cuando a cambio de equis pesetas podíamos traer al de fuera. Al principio tuvimos referentes extranjeros como nunca en la vida: Gaspar, Bernaoui... Grandes personas, que nos ayudaron a mejorar. A partir de ahí todo cambió. Seguimos fichando venelozanos, brasileños, portorriqueños, dominicanos... Una deriva. Habíamos abandonado la filosofía del club de vivir de la cantera y traer solo los fichajes necesarios, que nos ayudasen a elevar el nivel del resto.

- Y llega la crisis.

- Es cuando se va nuestro último patrocinador, Karpin. Una bellísima persona, encantador, con una dedicación tremenda. Venía a los partidos y a veces tenía ganas de bajar al campo a abofetear a los jugadores. Era su carácter ganador. A partir de ahí se rompe todo. Hay que tomar una decisión. Suso Penedo y Yolanda Sienes cogen a 16 ó 17 niños de diez años. Se plantean el futuro a través de ellos. A lo largo del tiempo han ido creando un grupo bárbaro en lo humano y deportivo. Estos son los que, posiblemente a la vuelta de dos o tres años, nos devuelvan a División de Honor.

- ¿Era tan difícil frenar voluntariamente aquella deriva?

- Te puede la facilidad de tener al jugador que quieras sin necesidad de esperar durante años a que salga o no. Y es cierto que al final los extranjeros ejercían de tapón.

- ¿Se arrepiente o ha sido un proceso natural?

- Las dos cosas. Existe un proceso natural que elimina a gente y hace crecer a otra. Y está la marcha de la economía. No somos una empresa, pero debemos manejarnos como tal, sabiendo que a veces dependes de una gripe para ganar un partido.

- Si apareciese un buen patrocinador, usted no retomaría aquella dinámica de fichajes.

- Para nada. Hay que valorar lo que tienes y haces. Si no existiese este grupo actual de chavales, y otros que vienen detrás, ahora mismo casi no habría voleibol masculino en la ciudad.

- Está ese factor cainita tan vigués. Recuerdo las guerras del Vigo y el Atlética. ¿No lograron encontrar un espacio común?

- El Atlética tuvo dos épocas. Hace cuarenta años era una entidad con muchas secciones presidida por Freijeiro. No había problemas. Otra Sociedad Atlética surgió después. Ascendieron, se llevaron a varios jugadores nuestros y nos dejaron mirando al aire. Y empezamos a pelear. En una ciudad como Vigo no hay espacio para dos clubes arriba en un mismo deporte. Hay que desengañarse. Y el voleibol ocupa un espacio muy reducido. Tan es así que hoy, en Vigo, trabajamos básicamente dos clubes.

- ¿Cómo es la convivencia con el Xuvenil Teis?

- Buena. Nos pesa más lo masculino, aunque tengamos chicas, y me da la sensación desde fuera de que ellos están relegando un poco a los chicos. Trabajamos en colegios y escuelas municipales. En otras épocas había cuatro o cinco equipos, y colegios que se convertían en clubes y que te ayudaban a criar jugadores.

- ¿Y es imposible recuperar esa variedad?

- Hace falta seriedad en la gente. Si tienes técnicos cumplidores, puedes organizar escuelas en un montón de colegios. Y eso es cantera.

- Sin tanto tejido es más difícil que salga una figura; sin una figura es más difícil captar niños. ¿Aparecerá otro Quique de la Fuente?

- Puede salir, pero con muchos condicionantes, como el físico ideal y la dedicación. Quique sale porque él y su hermano Coque están en la concentración permanente durante dos años y porque al volver a Vigo es titular siendo aún juvenil. Y a partir de ahí, con 20 años, se va al Cannes y su carrera despega.

- Hoy resulta descabellado apostar por el voleibol como oficio.

- Podemos tener un gran jugador, que se dedique profesionalmente a otra cosa y lo compagine. Vivir del voleibol es complicado incluso para los italianos. Los internacionales españoles están en el extranjero. Les pagan más pero un poquitín, no mucho como antes.

- Entrega a Penedo y Sienes el primer equipo, formado por aquellos que ellos mismos iniciaron en el voleibol hace una década.

- Es una satisfacción personal. Lo harán como los mejores profesionales del mundo. Los dos empezaron conmigo de pequeños. Han estado en todas las categorías del Vigo como jugadores y entrenadores. Lo ideal en un club como el nuestro.

- ¿Ascenso? ¿Permanencia?

- El año pasado se cumplió el objetivo con creces. Aseguramos la plaza con antelación. Y el objetivo sigue siendo el mismo, aunque a lo mejor podemos dar otro pasito. Estar en mitad de la tabla sería maravilloso. Estos jugadores tienen un año más de experiencia. Aunque desconocemos a rivales como Valencia o Badajoz, con extranjeros? Hay que trabajar para superar esas incógnitas.

- Supongo que no renuncia a la máxima categoría, en la que el Vigo es el club con más temporadas.

- Haces cosas bien y otras mal. Se intentan rectificar los errores y si no puedes, te aguantas. Pero a la hora de la verdad yo valoro la constancia de la gente. Salvo un directivo, todos los demás, igual que los entrenadores, fueron jugadores nuestros. Le tienen cariño al club. Lo consideran como algo propio, porque es así. El ascenso debe ser el resultado de ese trabajo. Si todo discurre con cierta normalidad, será el final del proceso. Pero también hay que pensar que la Superliga conlleva duplicar como mínimo los costes económicos en fichas, inscripciones, mutualidades, arbitrajes?

- En España hay que lograr el ascenso, afrontar la plaza a nivel económico y que la patronal de clubes de turno te deje.

- En el voleibol no ha sucedido lo del COB, pero podría darse. Va hacia arriba el club que tiene dinero. El mundo empresarial aún no reaccionó. Nosotros dependemos en un porcentaje muy alto de las ayudas de las instituciones, con el Concello como bandera, más Xunta y Diputación. Si alguna nos falla, si cojeamos, lo lamentaremos muchísimo. Y el resto de los deportes también.

- Dolería no estar en Superliga si la plantilla se lo hubiese ganado.

- Supongo que los jugadores lo asumirían. Para los que estamos con ellos sería un fracaso total.

- En el deporte vigués de élite abundan las plantillas adolescentes con directivas veteranas.

- Hace falta cantera de dirigentes. Fracasaron los deportes en esta ciudad por falta de directivos. Las únicas satisfacciones son las del propio deporte. Salvo en el fútbol profesional, los demás somos amateurs con 24 horas de dedicación. El deporte en Vigo es muy personalista. Cuando falta el presidente, se tiende a la desaparición.

--¿Y en el caso del Vigo?

- Tenemos suerte. Los directivos nunca me dicen que no a nada, también porque todo se está haciendo con sentido común. Estarán ahí para que el club no desaparezca. Sucede además que todos nuestros jugadores jóvenes han aprobado el curso de nivel 1 de entrenadores y van a hacer el nivel 2. Nuestra cantera es de jugadores, entrenadores y futuros directivos.

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