El australiano Nick Kyrgios, con sus siestas en los intercambios y reacciones intempestivas, firmó una polémica actuación en su estreno en el Abierto de Estados Unidos, torneo que acumula ya doce abandonos tras haberse completado la primera ronda en los cuadros individuales masculino y femenino.

A sus repetidas quejas en contra de los aficionados que entraban a la pista en pleno juego, y de los focos de la pista central en Flushing Meadows sumó Kyrgios controvertidos y repetidos sueños en los descansos, innecesarios golpes por debajo de las piernas y un escueto "bien hecho, tío" a su verdugo, el británico Andy Murray, a quien felicitó sin mirarlo al concluir el partido.

"Las payasadas de Kyrgios son graciosas", dijo el tercer favorito en rueda de prensa, donde definió a su primer oponente en Nueva York como un tenista "especial" e "impredecible", dos condiciones que convirtieron el enfrentamiento en una "trampa".

Desde su irrupción en la pista con un peculiar peinado que dibujaba en el lateral derecho de su cabeza la imagen del ritmo cardíaco en un monitor, Kyrgios dio muestras de su excentricidad. Una personalidad que corroboró tras negarse a elegir entre el saque y el lado de la pista desde el que empezar a jugar tras el sorteo previo al inicio del duelo.

"Nadie con veinte años es perfecto", se justificó tras la derrota (7-5, 6-3 y 4-6 y 6-1) el australiano, enfrentado en numerosas ocasiones a los seguidores.

"¿Qué demonios hacen dejando que la gente entre en medio de un juego? Quince iguales y dejan que entren treinta personas", se quejó al juez de silla.

Los reproches continuaron hacia los focos situados en la parte alta del estadio y también hacia sí mismo por dejar que la raqueta se le escurriera al golpear de derecha. Intencionado sería el segundo vuelo de su raqueta en un intento desesperado por alcanzar la pelota.

"Kyrgios y yo estamos dando una mala imagen del tenis australiano", lamentó su compatriota Bernard Tomic, quien el pasado mes de julio fue arrestado en un hotel de Miami Beach después de que se negara a bajar el volumen excesivo de la música de su habitación y se resistiera a la autoridad.

Otros doce nombres, los de los doce tenistas que debieron abandonar sus respectivos compromisos de primera ronda, fueron también protagonistas en Nueva York.

A la renuncia por lesión de Maria Sharapova le siguieron los abandonos de las rivales de Serena Williams y Simona Halep, primera y segunda cabezas de serie, en primera ronda. En el cuadro individual masculino, se retiraron de sus respectivos choques Pablo Andújar, Radek Stepanek, Alexandr Dolgopolov, Gael Monfils, Yen-Hsun Lu, Florian Mayer, Ernests Gulbis, Aleksandr Nedovyesov, Thanasi Kokkinakis y Marcos Baghdatis.

La humedad y las altas temperaturas acentúan las limitaciones físicas de los jugadores, que esta semana compiten en el barrio de Queen's a más de 30 grados centígrados. Treinta y uno se registraron en el estadio Arthur Ashe durante el partido entre Coric y Nadal. "Me fui atrás en el momento en el que me sentía que estaba con el golpe de calor, estaba deshidratado", manifestó el balear.