El Amfiv resuelve detalles en la negociación con Salvador "Chava" Zavala. Un fichaje de campanillas, que disparará la ambición del club vigués. El mexicano lleva quince años consecutivos en la máxima categoría española del baloncesto en silla. Durante la última década se ha mantenido entre los tres máximos anotadores del campeonato, distinción que ha logrado varias veces. Ha llevado al Mideba Badajoz a altas cotas elevadas y con el Fundosa, ahora Ilunion, se proclamó campeón de Liga, Copa del Rey y Copa de Europa. Aunque en la frontera de los 43 años, se le esperan promedios anotadores de entre 20 y 25 puntos por partido. Pablo Beiro, fundador y eterno presidente del Amfiv, sonríe desde el cielo.
A Zavala le tuvieron que amputar la pierna izquierda en 1985, con 13 años, después de que un camión lo arrollase en México DF. Aquel niño que soñaba con ser delantero centro descubrió en el baloncesto en silla la mejor terapia. Sus éxitos en la liga mexicana fueron inmediatos. A España llegó en 1999. Lo fichó el Melilla, en el que permaneció hasta 2002.
Zavala, paralímpico en varias ocasiones con México, es leyenda sobre todo en el Mideba Badajoz, su hogar durante dos etapas: 2002-2009 y 2011-2015. Con su talento ofensivo sostuvo a los pacenses entre los mejores de España y Europa. Entre medias se permitió ganarlo todo con el Fundosa.
Aunque de elevado caché, como le corresponde a uno de los mejores anotadores del mundo, el mexicano recibía casi cada verano la modesta oferta del Amfiv. Una especie de tradición viguesa. Y aunque algunos años no llegase a verbalizar su interés, jamás dejó Pablo Beiro de desear su fichaje. El presidente del Amfiv se lo dejó entre sus deseos por cumplir cuando falleció el pasado 28 de febrero.
Su sobrino y nuevo presidente, José Antonio Beiro, y el director deportivo, Nacho Cabaleiro, se reunieron al final de la pasada temporada con el entrenador, César Iglesias, y su ayudante, Óscar Carbajo. El equipo se había clasificado con holgura para la fase por el título, asegurando la permanencia, y llevaba muchas semanas sin más objetivo que lograr alguna victoria. Era tiempo de analizar el próximo proyecto. Convinieron en la necesidad de contratar a un punto 4 (a menor discapacidad, mayor puntuación, con un tope de 14,5 en las combinaciones del quinteto) que aportase canastas. El acierto en el tiro había sido la carencia principal durante el ejercicio. "¿Por qué no intentarlo de nuevo con Zavala?", se dijeron. Por soñar y como recuerdo ritual al fundador.
Se han encontrado con una respuesta inesperada, la que siempre deseó Pablo Beiro. Zavala, que había decidido dejar el Mideba, se pone a su alcance. "Hacedme una oferta", les ha invitado. Y aunque la cifra no se aproxima ni de lejos a lo que Zavala suele cobrar, el mexicano acepta. Porque aprecia la fama de club serio del Amfiv, que no paga tanto como otros pero cumple lo que promete. Y porque sabe que Pablo Beiro lo quiso siempre. Es su particular homenaje. Así lo ha dicho. Probará la aventura viguesa durante una temporada. Es la duración del contrato que se ultima. Zavala será el segundo mexicano que se enfunda la camiseta olívica, tras Lalo Prieto.
Al Amfiv le quedará después un refuerzo pendiente, cuyo perfil concreto está a expensas de una nueva reunión de dirigentes y técnicos. A la vez se ha iniciado el proceso de renovación de los jugadores de la casa, que este año tendrán a un compañero de lujo. Ya que no para Pablo Beiro, Zavala jugará como local en el pabellón que lleva su nombre.
