El Pontevedra sigue a cero. No termina de arrancar. En Cáceres volvió a sumar una nueva derrota, la segunda de la temporada, y como ya sucediera en la primera jornada acabó el partido mermado por otra expulsión, en esta ocasión la de Carnero, que obligó a los granates a afrontar tres cuartas partes del choque en inferioridad numérica. A pesar de todo, no se les puede reprochar nada a los de Luisito, que incluso cuando peor lo estaban pasando no bajaron los brazos y bajo un sol de justicia aguantaron el tipo hasta el final. Pablo Gállego, en la recta inicial de la segunda parte, decantó la balanza a favor de los locales con un zurriagazo de la frontal.