La gallega Alessandra Aguilar se quedó a 58 segundos de conseguir plaza olímpica, decimoséptima con un tiempo de 2h33:42 en una carrera ganada por Mare Dibaba, primera campeona mundial etíope, en 2h27:35.

Como en el Mundial anterior (Moscú 2013) y en los últimos Europeos (Zúrich 2014), Aguilar, de 37 años, era la única española en el maratón y participaba por octava vez en grandes campeonatos: 4 Mundiales, 2 Juegos Olímpicos y 2 Europeos. Sus mejores resultados habían sido el quinto mundial en Moscú y el sexto europeo en Barcelona 2010.

Aguilar ya contaba con la mínima olímpica para Río 2016, pero necesitaba terminar aquí entre las 15 primeras para ser fija en el equipo, como Javi Guerra. Dos puestos le separaron de su objetivo.

La carrera salió como ella deseaba y como había previsto. "La adaptación ha sido buena, he dormido bien y he entrenado bien. Espero salir en un grupo tranquilas y a partir de mitad de la prueba empezarán los cambios fuertes".

En efecto, los cinco primeros kilómetros discurrieron para las de cabeza a un ritmo de 3:34 (17:51 minutos), con las tres japonesas al frente de un grupo de dieciséis. Sandra, que había sido quinta hace dos años en Moscú, empezó conservadora, junto a la portuguesa Filomena Costa, pero pronto se animó a meterse en el vagón delantero, que cubrió el medio maratón en 1h15:16.

Cuando la japonesa Risa Shigetomo cambió en el km 23, Aguilar no recogió el guante que lanzaron las doce mejores. Se quedó en un segundo grupo y terminó decimoséptima, a 25 segundos de la decimoquinta, la rusa Alina Prokopeva.

La atleta lucense lamentó no haber conseguido una plaza fija para los Juegos Olímpicos al terminar a 25 segundos de la decimoquinta clasificada, la última posición que garantizaba un puesto en el equipo.

Final durísimo

"Río estaba ahí y se ha escapado", afirmó Aguilar, quien añadió: "Hasta el kilómetro 34 estaba luchando por estar entre las 15 primeras". La atleta entrenada por Antonio Serrano, que fue quinta hace dos años en el Mundial de Moscú, explicó que se encontró con el famoso "muro" del maratón y que al final sufrió mucho para completar la prueba de los 42.195 metros en 2h33:42.

"Ha sido de ir fenomenal a, de repente, el muro y los últimos seis o siete kilómetros han sido realmente duros", dijo la atleta. "He sufrido mucho. Veía a la china, veía a la rusa. Me iban diciendo que les iba recortando. Iba pensando todo el rato en Río, pero yo iba mal, ellas iban mal y no estaba tan fresca como para poder cogerlas", abundó Aguilar.

La lucense se va con un sabor agridulce de Pekín, satisfecha por el esfuerzo realizado y por haber mejorado sensaciones con respecto a sus últimos maratones, pero decepcionada por no lograr la plaza olímpica, algo que consideraba "un objetivo factible". "Hemos trabajado mucho y el resultado final no lo refleja, para nada", señaló Aguilar.

"Ahora a descansar y a batallar, porque tengo que estar en Río", se conjuró la lucense.