Setenta y tres partidos le ha costado a Andreu Fontás estrenarse como goleador con el Celta en partido oficial. El de Banyoles fue el encargado ayer de hacer el tercer y último tanto de la noche en Balaídos gracias a una acción diseñada en la pizarra del 'Toto' Berizzo. Hasta ese instante, Fontás no había tenido acierto de cara a puerta, algo extraño en un central que siempre se suma a todas las jugadas de estrategia y además había jugado en más de una ocasión como centrocampista.

El gol, contra todo pronóstico, tuvo que ser con el pie. Tanto Nolito -el ejecutor-, como Fontás -el rematador- jugaron al engaño con toda la defensa del Rayo. Corría el minuto 83 cuando el extremo gaditano provocó una falta en el lateral del área. Subieron todas las torres del conjunto vigués a esperar un centro bombeado al área. Sin embargo, en el último momento y cuando todo el Celta había arrastrado a la defensa vallecana a lo más profundo de su área, Nolito puso el balón raso a la espalda de todo el mundo para que Fontás, desde el punto de penalti, lo remachase con su zurda a la red.