Hasta doce exjugadoras del Erizana integrarán esta temporada la plantilla del Matamá de fútbol femenino. Diez de ellas (Noelia, Antía, Kily, Pulli, Pipa, Luci, Pau, Eva, Anny y Lara) tomaron la decisión unámime de marcharse del club de Baiona tras sus desavenencias con la junta directiva. Ana y Alba ya se habían desvinculado antes del Erizana.

Tras varias reuniones con los dirigentes, se vieron obligadas a tomar una dura decisión. "Nos juntamos y decidimos que teníamos que hacerlo juntas, unidas", analiza Anny, que apunta que hubo algunas compañeras que buscaron acomodo en otros clubes de Liga Nacional o incluso en el Valladares.

Pero el grueso del bloque se mantuvo unido. Como una gran familia. Esa unión fue la que le permitió asimilar el trance de dejar de militar en una categoría como la Segunda División de Liga Nacional.

Intentaron unirse al Bértola, pero al final no cuajaron las negociaciones. Entonces, se enteraron de que el Matamá femenino estaba al borde de la desaparción porque no tenía jugadoras. Ahí encontraron su oasis perfecto. Se pusieron en contacto con los directivos y nació una nueva ilusión. "Lo bueno es que el Matamá milita solo una categoría por debajo que el Erizana. Solo hemos bajado un escalón", analiza Anny.

"En el Matamá nos han recibido con los brazos abiertos. Estamos muy a gusto y contentas con la decisión que hemos tomado", comenta la portera. Tras los primeros entrenamientos ya se sienten como en casa, dispuestas a trabajar duro para luchar, "dentro de la medida de nuestras posibilidades", por el ascenso.

"Estamos contentas con el cuerpo técnico, con las instalaciones, con la directiva...", enumera Anny. "Ahora volvemos a tener ilusión. Nos estamos adaptando bien, aunque al estar todas juntas pues es mucho más fácil", prosigue.

Las jugadoras, pese a su experiencia en Liga Nacional, quieren tomarse esta temporada para "adaptarse a la categoría". "No va a ser un paseo. Hay jugadoras y equipos muy buenos y aunque tenemos experiencia en Liga Nacional, no quiere decir nada", apunta la guardameta, que sin embargo se muestra entusiasmada con la idea de luchar por el ascenso y regresar a la categoría que nunca habrían querido dejar.

A mediados de septiembre comenzará la competición. Ya sienten nervios y ganas de volver a saltar al terreno de juego y luchar todas juntas: "Lo importante era seguir unidas. Vamos a darlo todo allí donde estemos".